domingo, 30 de mayo de 2010

Satisfecho por mi rendimiento



Hoy voy a ser positivo. Suelo quejarme bastante y supongo que algún que otro suspiro quedará aquí reflejado. Pero teniendo en cuenta mis limitaciones actuales, no puedo negar que el rendimiento ha sido más que aceptable.

Para empezar, creo que es la primera vez que bajo de la hora en un triatlón sprint (59:58... por los pelos!). Es una auténtica chorrada porque los trazados de un triatlón es lo menos uniforme que se ha inventado, pero dadas mis condiciones fondistas, esta distancia se me suele atragantar más que otras, y ver un dígito menos en la marca, alegra.

Luego, satisfecho por mi planteamiento y por el calentamiento previo a la carrera. Todo ha ido según mi guión previsto. Al menos en lo que yo podía controlar. Tan solo lamentar dos contratiempos achacables, seguramente, a la mala fortuna. Creo que me han condicionado bastante en el puesto final de carrera (ya estamos llorando... jeje), pero son cosas del directo.

En el mar he sabido salir muy rápido y en diagonal para evitar el tumulto, buscando la izquierda. No he tocado un solo triatleta en todo el recorrido. Miento, un brazo me ha agarrado una pierna en un momento dado. Increhible. La primera boya la he tomado abierto y luego he visto a Alberto justo delante. Una muy buena referencia para seguir dada su buena batida de pies. Iba mirando para asegurar que la trayectoria era la buena y así era. No me he dejado la piel en este sector. Sabía que tenía que llegar con gasolina a la transición, la verdarera clave un día como hoy. La recta final incluso me he dejado llevar un poco para oxigenar el cuerpo.

Pero entonces han llegado los contratiempos mencionados. El primero es que al bajarme el neopreno en la primera transición, lo he hecho con tanto ímpetu, que me he bajado el mono también hasta la cintura (lo llevaba con la cremallera bajada para no notar el agobio), y gracias que he notado un frescor inusual en el pecho, sino, no me doy ni cuenta... Ponérmelo en marcha me ha ralentizado un poco; no demasiado.

Lo que si creo me ha perjudicado ha sido los problemas con la zapatilla de la bici al salir de boxes. Tenía a Sergio García justo a un par de metros delante y de repente mi zapatilla por la cual 'cabalgo', se ha girado completamente al avanzar la cadena (era una transición muy larga), y he tenido que parar para recomponer la situación y luego con el va y ven de la misma, no atinaba a poner el pie... los nervios me comían ante aquella ocasión perdida y al final he optado por saltar sobre el sillín sin los pies puestos (no estoy acostumbrado...). Resultado, chao al grupo de Sergio que a la postre ha sido el primer pelotón por detrás de los cuatro elegidos; habría que haber visto si hubiese sido capaz de seguirlo... pero...

A partir de ahí, mi objetivo era aprovechar la estela de Bellapart, que ha salido un pelo detrás mío. Había más trialtetas que no conocía en mi entorno. Se ha ido formando un grupo en el que entraba Carlos Mir y Alberto (Agmtri). No ha sido un grupo 'rentable', y no puedo quejarme porque tan solo he dado un relevo en condiciones, pero se puede decir que los capitanes del grupo han sido Arnau y otro triatleta del Mataró que no he reconocido. El resto hacíamos lo que podíamos, o hacíamos verlo... Un ilustre 'viejo roquero' del triatlón, Ferran Avilés, de mi quinta y retirado durante unos años del circo triatlético, rodaba a mi lado:

Dejandome el hígado en mi grupeto. Agmtri asoma detrás, como Ferrán Avilés en su retorno

El ritmo no era uniforme, habían apretones en los que intentaban saltar los mencionados 'capitanes' del pelotón y pronto he visto que nos iba a coger por detrás el que traía a Chirico y Zanuy muy fuertes. Mi consuelo ha sido, a toro pasado, que he podido responder a todos los ataques sin quedarme fuera; algo es algo. También he sabido esquivar una caída justo delante mío, y otras tres en boxes en la segunda transición... ¡¡¡cuanto nerviosismo en carrera!!!

Alante, el grupo de Sergio y Alex Llibre se veía compacto y rodando a ritmo más constante y dada la situación, se escapaba la posibilidad de enlazar.

Llegando a boxes la cosa se ponía al rojo vivo. En el último giro de 180, el grupo de Zanuy-Chirico iban ya cerca. Nuestro ritmo calló empicado y sin darme ni cuenta, entrando a boxes en una buena posición, Zanuy me estaba adelantando por la izquierda...

Salgo a correr justo tras Zanuy. Mis sensaciones realmente malas. Se me hacía muy largo lo que se me avecinaba. Era consciente que mi último entreno de calidad en la pista no auguraba nada bueno. Sabía que veníamos todos en un pañuelo y que iba a tocar sufrir de lo lindo.

Tal cual. Mis piernas dieron lo que pudieron dar. No estaba todo perdido, ni mucho menos, pero primero se me fue Zanuy, luego me alcanzó Carles Mir, que en todo momento supo aguantar también en mi grupo de bici junto con Alberto. Ya en la última vuelta era superado por Chirico:


Alex Llibre iba perdiendo fuelle, pero poco a poco. No obstante, mi ritmo tampoco era muy inferior al de mis compañeros-enemigos (jeje). Los cambios en el circuito de este año, alargaron la carrera a pie (no hay más que comparar los parciales de ambos años).

Sufriendo...

Al final, en 30 segundos llegamos cinco 'gladiadores' de los que nos jugábamos el 'slot' gallego... Zanu, Chirico, Mir, Llibre.... y Dobaño. En nueve puestos, cinco del Prat. Por detrás mío, otros candidatos perdían algo más que yo sobre las zapatillas. Alberto se quedaba a poco más de un minuto mío, y el pequeño delfín algo más. En medio, un sorprendente David Sant Feliu (en clara progresión), y un Manuel Mendez que sin entreno no lo hizo nada mal.

Buen ejemplo de la competitividad de los gladiadores en la última recta... Zanu, satisfecho por el carrerón de hoy y Chirico, dándolo todo.

Felicitar a mis compañeros que hoy se han ganado a pulso ir hasta el fin del mundo...

Mi resumen de hoy: buena estrategia, notable natación, aprobado en ciclismo, suspenso en carrera. Tengo mucho más en las piernas, pero hoy no lo he sabido encontrar.

viernes, 28 de mayo de 2010

1 a 12 para El Ferrol...

Si amigos, las apuestas no cuentan demasiado conmigo en la quiniela para el Ferrol.



Doce candidatos para cinco plazas disponibles... (montaje gentileza de Serxu)

Este domingo se decide quienes representan al equipo en la 1ª división de la Liga Nacional de clubes, con el objetivo de hacer podium, mejorando el quinto puesto conseguido el año pasado en Pulpí.

Ha llovido mucho este último año y las cosas se me ponen cuesta arriba. A parte de la escasa confianza de mis compañeros en las apuestas (jeje), la proximidad del Ironcat, la mala recuperación que he programado y las limitaciones que sigue poniendo mi neuroma (en absoluto ha desaparecido el problema), se suman al nivelazo del equipo.

Ya hay unas plazas practicamente adjudicadas, y con todas las de la ley. Mis bazas, como creo que ya dije hace unos días, se centran en tener un gran día en Mataró y que se produzcan bajas inesperadas de última hora. Yo siempre voy a estar disponible para los servicios del equipo.

Si me fijo en sensaciones y resultados en mis entrenamientos (porque no he competido todavía en ninguna prueba corta), tampoco es para quedarse muy tranquilo. Ivan me recomendó un par de entrenos para coger ritmo y velocidad en carrera, sin duda la clave el domingo.

En ambos entrenos pude cubrir objetivos pero a costa de dejarme la piel, y esa no era la previsión ni el objetivo. Lloré para acabar a 3.15 la última serie de mil el martes...

Nadando, mi rendimiento los últimos meses había caído empicado, pero me sorprendió el resultado en el parcial del Ironcat. También me sorprendió el test de 1500 que hicimos el viernes pasado en el que chupando unos 500 metros de Richard, conseguí hacer 20:15, que para mi está más que bien. He nadado muy poco estos días siguientes y no se como responderé en el multitudinario triatlón del maresme. Este sector también será determinante.

Y en bici, Mataró suele marcar pocas diferencias dado el perfil y la cantidad de triatletas que corren. Si no estas mal, no sueles perder el grupo, pese a que mis aspiraciones pasan por no dejar escapar los grandes ciclistas que salen junto a mi o justo detrás mío par intentar llegar lo más adelante posible. El año pasado, con unas condiciones previas muy similares a las de este año, perdí la rueda de Bellapart por pardo. Creo que hubiese podido seguirle y eso me hubiese catapultado en la general. Veremos este año. No tengo buenas piernas estos días, pero confío en amortizar los eurazos que me he gastado hoy en el fisio...

Si todo sale mal, tengo una buena ristra de objetivos alternativos-complementarios esperándome en junio. Empezaríamos por la inesperada carrera vertical de los Europeos de policias y bomberos de Valencia a la que me he apuntado para el 7 de junio, seguida de la Cursa del Llop (palabras mayores...), y acabaríamos con el triatlón B de Balaguer que de no ir a Ferrol, sería un objetivo de equipo para mi intentando ayudar a Dani Fernandez y Ernest que seguro que lo harán muy bien y así colaborar en seguir en lo más alto en la Liga Catalana de Triatlón.

El lunes hablamos!!

lunes, 24 de mayo de 2010

Nuevos objetivos

Tras una semana de 'recuperación' (luego matizo...), afronto los Prat-trials de Mataró el próximo domingo. Me explico:

La LIGA NACIONAL de triatlón de Ferrol se acerca y yo quiero estar allí. Desde que el C.N.Prat ha participado en ella, llevamos más años en primera que en segunda, y yo siempre he tenido la suerte de ser uno de los 10 triatletas elegidos. Tan solo he fallado el año que coincidió con la boda de Jordi Arias... El año pasado, probablemente, no era a priori uno de los 10 más fuertes del equipo, pero bajas de última hora me dieron una oportunidad. Al final tampoco lo hice tan mal entrando el 70 de 100 y siendo el 8 de los 10 pratenses.

Foto de equipo previa a la salida en la pasada edición de la liga nacional en Pulpí...

Este año las dificultades son enormes para alguien como yo. A mi pérdida de chispa en triatlones cortos, le sumo la recuperación de un duro Ironcat, y sobretodo, el altísimo nivel que hay hoy por hoy en el equipo... Solo con contar con los triatletas que el año pasado corrieron en Elite en el Campeonato de España (Richard Calle, Albert Reig, Sergio García, Carlos Lopez, Julio Cardo, Jordi Arias y Lucas Chirico), ya solo quedarían 3 plazas 'libres'...

Sin que todos ellos (la mayoría si), tengan asegurada su plaza en Ferrol, tenemos a otros hombres que este año están a un nivel enorme (hoy por hoy muy superior al mío). Ivan Muñoz, entrenador del equipo, ha tenido que escoger una fórmula para seleccionar el equipo. Esta será el triatlón sprint de Mataró y el Clasificatorio Eltie de Aguilas. Entre ambos, hará la criba.

Del resto de triatletas que no fueron elite el año pasado, estos hombres son mis principales compañeros-rivales (curiosa asociación...):

- Dani Fernandez Ledesma: Su nivel es enorme. Lo único a favor mío es que parece que si no es especialmente requerido para ir a Ferrol, tiene previsto competir en el tri B de Balaguer (el mismo día que la liga de clubs).

- Antolí Fauria: tercero absoluto y cuarto absoluto en los dos triatlones de estas dos últimas semanas... sobran las palabras de admiración y acojone

- Jordi Vazquez: Ha mejorado en los tres segmentos, pero sobretodo en bicicleta, con lo que allí donde salga, llegará a correr, y corriendo está muy muy fuerte. Ya se pulió a un histórico y élite del equipo, Julio Cardo en un triatlón muy parecido a Mataró, el del Prat

- Jordi Campos: Tras tantos años en este mundo, está viviendo su mejor momento. También logró superar a Julio en el Prat... Es quizá el más equilibrado de todos con un nivel muy similar en los tres deportes. No tiene punto flaco.

A partir de aquí, otros hombres muy 'peligrosos' para mis aspiraciones:

- Alex Llibre: Este jovencísimo triatleta ya desmostró el año pasado que me puede vapulear cuando quiera. Ya lo hizo en la pasada edición del triatlón de Mataró, y de no ser por un pequeño globo en la Liga Nacional del año pasado, también me hubiese ganado en Pulpí. Nada muy bien (mucho más que yo), y en sobre la bici, es capaz de aguantar perfectamente un pelotón sin grandes desniveles. A pie no cede practicamente nada.

- Alex Zanuy: un trialteta explosivo como el que más, capaz de volar en la última serie de un entreno potente en las pistas, dejando atrás a todo la ristra de élites del equipo. Su natación es algo discreta, pero en bicicleta y a pie, cuando tiene un buen día, es muy poderoso. Va a más.

- Carles Mir: Nuevo fichaje de este año. Su rendimiento es una pequeña incógnita, pero ya ha demostrado que puede nadar muy adelante y sus piernas, si no sufre ningún percance, le puede hacer mantener muy arriba.

- Alberto Gomez (AGMTRI+): Eterno rival particular. Con una natación un pelo por delante de la mia y con una muy buena bici, es capaz de no perder demasiado a pie cuando tiene un buen día. Si no llego a correr por delante de el, dudo que pueda vencerle.

- David Tripiana: Procedente del Gavá, ya estuvo en el Prat hace un par de temporadas. Tiene madera para llegar muy alto. Tan solo le falta creerselo y un poco más de entreno. Hasta el momento sus participaciones han sido un poco de incognito con su equipación negra, pero es que el aluvión de nuevas incorporaciones hiceron desaparecer el stock de monos del equipo...

- Ernest Renedo: Sufridor como nadie y triatleta progresivo. Sale en una posición y no deja de progresar hasta que cruza la línea de meta. Parece que como Dani, tiene pensado competir en Balaguer...

- Oriol Gimenez: Gran nadador y capaz también de aguantar muy bien en su pelotón con un circuito medio. A pie, no es una liebre pero puede correr rápido. Si salida de una larga lesión le han condicionado y todavía está fuera de su mejor forma.

Y todavía no tengo claro si la lista ha crecido... Esta temporada no he estado demasiado entre mis compañeros y la progresión de la gente no la tengo del todo controlada!!

Resumiendo todo, tenemos a 12 candidatos (me incluyo humildemente), para 3 plazas libres a priori. O lo que es lo mismo, 19 candidatos para 10 plazas, pero esta ultima versión es demasiado optimista... Me inclino más bien por la primera.

Si estoy en mi mejor forma y tengo un gran día y la fortuna me sonríe, creo que puedo aspirar a ser el 10º hombre... Sino, me tocará conformarme con buscar una forma de entrar en la repesca del triB de Balaguer y luchar junto con Dani y Ernest por hacer podium por equipos.

ANEJO: Como no recuperarse despues de un Ironman o similar...:

Pelotón de Bomberos de BCN al inicio de la etapa por el Montseny el 'día 3'

El Sabado pasado estuve en el Ironcat. A partir de que cruzas la linia de meta, empieza la recuperación, cada vez más complicada cuantos más años cumples en tu trayectoria deportiva. Yo ya no soy un pipiolo y voy camino de los 40 ... osea que tendría que andar com más ojo.

Pues bien, si enumero lo que he hecho, voy bien:

Día 0: Me he levantado a las 4 y he sumado el viaje en coche al Ironcat. Llego denoche a casa con el aparato digestivo inoperante y me voy a dormir sin cenar...

Día 1: Guardia 24 horas. A las 7 horas suena el despertador. Miento, a las 4.30 suena el movil de Richard Calle, que se lo dejó en mi coche y lo recogí para devolverselo. Me toca levantarme 'corriendo', bajar las escaleras de mi nueva casa, apagarlo y subir las escaleras hacia la cama...
A las 7 y pico cojo la bici y me monto dirección el parque de bomberos. No voy nada cómodo en la bici. Me duele el trasero y las rodillas. Obvio. Ya en el parque, me toca encargarme de la comida para más de 20 personas... Ves al Anec Blau de Castelldefels (lo único abierto para comprar algo de comer...), depie un buen rato y luego ponte a cocinar (obviamente tambien de pie). Salida a fuego en edificio. Toca saltar una vaya de obra con el equipo de intervención. Casi no lo cuento..., pero con la adrenalina generada, todo es posible. Tras varias salidas y diversos quehaceres en el parque, el Barça gana la liga. Soy culé hasta la médula, pero me joden toda la noche los descerebrados que se dedican a quemar contenedores, papeleras, etc por todo el centro de la ciudad. Incluso nos lanzan botellas de vidrio y hemos de ir con 10 ojos abiertos. Resumen: Noche casi en blanco, o peor, sin parar.

Dia 2: Salgo del trabajo en bici y quedo con gente del equipo para hacer un poco de bici 'reparadora'. Me salen 70... quizá demasiado. Por la noche, unas series en la piscina: 8x100 saliendo cada 1'30''; me cerraban la piscina y había que hacer algo!!

Día 3: Con la Cursa del Llop muy cerca y con mi btt muy olvidada, me sumo al grupo de bomberos que han quedado para recorrer el Montseny out-road. Más de 70 km y 8 horas de ruta... Añadimos caida tonta con impacto en soleo y espinilla izquierda.

Podría seguir así hasta hoy, pero me estoy alargando demasiado. No son formas de recuperarse y luego no me puedo quejar, pero las circunstancias a veces mandan y uno hace lo que puede!!

miércoles, 19 de mayo de 2010

IRONCAT 2010, la crónica...

Tal y como dije, voy a volver a colgar una crónica de un tri como el Ironcat. Hace tiempo que no hago ninguna, pero ya toca. Os aviso, va a ser largo (las crónicas de Sergio García son 'titulares' comparadas con esto...):


Cuatro de la mañana. Como otras veces, el día 'I', a la hora 'h' y tras muy pocas horas de sueño, toca levantarse. La cena fue pesada. Prefiero hacerlo así y ahorrarme el desayuno bomba de la mañana. Cuanto menos haga trabajar el estomago y anexos antes de la carrera, mejor. Tan solo pillo un par de plátanos, unas galletitas y un poco de chocolate (soy adicto) para el camino.

Richard me espera, bueno, esta vez le esperé yo, en un punto estratégico de Viladecans junto a la C-32. El camino es largo, y vuelvo a ser el único del equipo que viaja hasta l'Ampolla el mismo día. Ciertamente puede ser más apropiado y cómodo ya estar ahí la víspera de tan importante cita, pero teniendo que pegarse el madrugón igualmente, prefiero estar charlando tranquilamente en el coche con un amigote, que comerme la cabeza en el escenario del crimen esas horas 'tontas'. El único problema está en la molestia de ir apretando el acelerador, mínimo esfuerzo comparado con lo que se me avecina.

Las previsiones eólicas se van cumpliendo. A medida que perdemos latitud, los ‘calcetines del althlétic’ (dícese de los medidores de intensidad y dirección de viento que hay por la autopista con rayas roji-blancas…), van poniéndose cada vez más horizontales. Menos mal que llevaba otro par de ruedas convencionales sin perfil por si las moscas.

Ya en l'Ampolla, este año no somos los primeros en transitar. Hace frío; se siente el frío. La temperatura no es muy baja (unos 14º), pero ese viento… te va minando la moral y el aguante.

Nos lo tomamos con calma. No apetece estar paseando por allí. Hay que ir a recoger los dorsales y preparar las cosas. Seguimos con la calma. Luego casi lo pago caro…

Al final nos decidimos y nos ponemos en marcha. La gente con bufanda haciendo cola para entrar a boxes. Hurgando en la bolsa del corredor, grata sorpresa. A parte del arroz y aceite de alta gama y de la tierra de cada año, más regalos. Y la chaquetilla Marcet, este año es todavía mejor. El reloj avanza sin remisión y ya vamos tarde. No se todavía que ruedas calzarme. Dilema. Me he gastado un pastón en mis nuevas HED3 carbon de bastones y parece más lógico usar las Ritchey Carbon polivalentes y sin perfil. Pienso, ¡Qué narices!, con el nuevo reglamento, las de bastones solo las puedo llevar en días como hoy, que son pocos, y con el resto de adornos aero que llevaba, ¡¡¡ aquí solo faltan unas ruedas como estas!!!. Guardo las Ritchey en el coche. Ya tendrán su momento. Según el manual de instrucciones, las ruedas de bastones tienen efecto vela, y con el aire que corre, si no se desgarran (…), igual me ayudan y todo!

Como si de un triatlón sprint se tratase, coloco el material para transitar zumbando. En l'Ampolla, siempre he conseguido salir prácticamente en cabeza del agua y gusta sentirse líder por unos instantes.

Apretón de última hora; el bueno, así no hay réplicas intempestivas. El bar frente a boxes, la solución. Miro el reloj de nuevo y estoy a escasos minutos de la salida. Todavía no me he puesto el neopreno, y la arena está lejos. Eso no es bueno. Corro descalzo por el asfalto y mientras voy embutiendo los brazos y el cuerpo en mi Orca. Bajo los escalones hacia la playa de dos en dos. Los árbitros ya estan en la segunda bronca para que los triatletas se alinien tras la cinta de salida. Tengo que mojar el traje como sea o me voy a quedar ‘clavado’ de hombros antes de la primera boya.

Me hago el remolón y consigo introducir unos centilitros de agua salada por el ajustado cuello. Algo es algo. Me retuerzo y estiro para recolocarme dentro del traje lo mejor posible y me quedo en el margen izquierdo del pelotón, el bueno. El circuito de natación es el de todos los años y no necesito más indicaciones.

Suena el silbato y sin tiempo para nada más, consigo un buen lugar dando brincos. La táctica inicial era poder nadar a los pies de Richard, que salía a ‘entrenar’, y no le importaba sacrificarse por acompañarme. El problema fue la precipitación del momento. Así como el año pasado la táctica funcionó casi a la perfección y desde los primeros metros sabía donde estaba, este año fue un caos. Pese a mi buena salida, la dinámica que se está imponiendo en los últimos tiempos de salir con la misma locura en cualquier prueba, dure lo que dure, provocó unos primeros minutos llenos de impactos, encontronazos y incomodidades.

Además, mis gafas titulares para este tipo de pruebas, desaparecieron hace unas semanas y usaba unas más sensibles a empañarse. Eso, junto al oleaje de este año en la mitad del trazado provocado por el viento, más el sol rasante de primera hora de la mañana, me daban una visibilidad penosa. Llegué como pude a la primera boya, en medio de un grupo demasiado grande para lo esperado. De Richard, no tenía noticias, así como tampoco de Jordi Arias, una muy buena referencia para mi también en el caso de haberlo localizado en las primeras brazadas.

Llegando a la segunda boya, aproveché la división del pelotoncillo en el que iba para escoger el más eficaz, ganando algunos lugares. En la tercera, tres cuartos de lo mismo. Vi que a cierta distancia (asumible para un cambio de ritmo), venía un grupito algo escorado en la trayectoria, y los tres que íbamos juntos en cambio, ganábamos metros siguiendo nuestra línea trazada. Efectivamente, ese ahorro, junto al apretón que me pegué para alcanzar el grupito me hicieron ganar más posiciones. No tenía idea del puesto que iba, ni dónde estaban mis compañeros, pero había encontrado al fin mi ritmo, mi grupo y estaba ya tranquilo tras unos 20 minutos incómodos.

Ya a mediados de la segunda vuelta, en una de las brazadas, alguien me pegó un empujón favorable. Como se come eso, pues que la resultante de ese empujón, era en la dirección correcta. Me había cruzado a un triatleta y este, en vez de pegarme un viaje, me ‘apartó hacia delante’. Resulta que ese ‘amigo’, era Richard, y yo sin reconocerle… Tuve que esperar a otra brazada de observación del grupo para reconocer el estilo de Richard y su traje, sin estar nada convencido de que era él, pues tenía la impresión de ir en una discreta posición y estaba seguro que él iba bastante por delante.

Cada vez veía menos posibilidades de tener un grupo grande delante del mío, y la transición se acercaba. Tras bordear la entrada en el puerto deportivo de l'Ampolla (muy espectacular la entrada por cierto), encaré la última recta ya pensando completamente en la transición y dejando un poco relajados los brazos.

Cual fue mi sorpresa cuando poniendo pie a tierra en la rampa hormigonada para embarcaciones, me di cuenta que en realidad, los tres primeros de ese grupito que llevaba cohesionado tantos metros, éramos Jordi Arias, Richard Calle y yo mismo… Y lo mejor, tan solo había un triatleta por delante que estaba ahí mismo. Y para más INRI, Dani Fernandez Ledesma resulta que iba en cola de grupo. Vaya exhibición de equipo. Estábamos cuatro ‘gladiadores’ entre los cinco primeros de la carrera. Los ánimos de los suportes pratenses se hacían fuertes; ¡¡no era para menos!!

Mi transición pudo ser más rápida, pero no estuvo mal. Casi salgo el primero de boxes, pero, problemas con el portabidones… Era mi primera carrera con el portabidones trasero, que además llevaba un bidón largo que sobresalía del sillín. Al subirme al estilo ‘apache’, impacto del pie con el bidón, desequilibrio, bidón rodando por el suelo y yo maldiciendo. Entre parar, retroceder, recolocar y volver a montar, arranco el tercero. No me quejo, ya es más de lo que a priori esperaba.

Empieza el momento de la verdad. El huracán seguía firme y la única ventaja era que la orientación del trazado hacía que, o te diese mayormente a favor, o en contra. Tan solo un pequeño enlace de aproximadamente un kilómetro que repetiremos 6 veces y que será completamente perpendicular al viento.

Nunca consigo salir del agua y sentir buenas sensaciones en las piernas. Menos mal que tengo 10 kms favorables para adaptarme antes de girar a barlovento… No voy fino. Me supera Richard que decide ir a la caza del primero. Jordi Arias lo veo ahí adelante, pero pierdo poco a poco distancia. Por el momento no me alcanza nadie. Voy a más de 40 km/h.

En el primer giro de viento lateral, la bici a punto de salir volando. Tendré que extremar las precauciones… Encaro la segunda recta del circuito (es como una ‘U’, con un tramo el doble de largo que el otro. La velocidad media en este tramo es de 24 km/h acoplado y sufriendo. No tardó en adelantarme Dani Fernandez como un cohete. Le animo y tengo a Jordi más cerca.

Pese a mis pésimas sensaciones, estoy contento. De los cinco primeros, cuatro somos del Prat… me caen las lágrimas. Empiezan a superarme triatletas bien acoplados. ¿Cómo es posible?, vamos con el mismo disfraz y la 'raza' de nuestros ‘caballos’ es la misma y ellos pueden y yo no… y eso que me puedo considerar un auténtico ‘percherón’ con las patitas que calzo. Pero está claro que no tienen mucho que ver en este sentido; digo yo. Los rivales a los que veo pasar se resumen en dos grupos, vascos, o manresanos… así de simple. Algún otro hispánico también se va colando, no lo negaré, pero los primeros y segundos son mayoría.

Con Jordi vamos ‘alternando’ posiciones. Yo le supero más bien cuando el viento es frontal, el me supera sobretodo cuando es favorable. En los cruces de cada giro de 180º, compruebo como los de adelante cada vez están más lejos y los de atrás más cerca, incluyendo compañeros de equipo como Josep María Lluís, Ernest y Jose Alberto. Al menos hasta la 3ª vuelta.

El viento cada vez sopla más fuerte, y nosotros cada vez estamos menos fuertes… (‘las gallinas que entran por las que van saliendo’, vamos…). En mi cuenta, cada vuelta que se sucede, se incrementa la diferencia entre la velocidad en el tramo a sotavento y el de barlovento. En el desfavorable, la secuencia de velocidad media fue de 24-23-22-20-18-16 km/h. No obstante, mi rendimiento en relación a mi entorno, pese a lo que parece al ver esa secuencia, fue In crescendo. Tanto en relación con rivales próximos como Jordi Arias o Robert Mayoral, que conseguí superar definitivamente, como Lluís (él menos que otros), Ernest y Jose Alberto. Incluso los primeros, cada vez me sacaban menos ventaja (pobre consuelo este…).

En la recta corta de la penúltima vuelta, tuve una rampa en uno de los aductores de la pierna izquierda que me preocupó bastante. Lo conseguí controlar con cierto esfuerzo y no volvió. Tampoco surgieron mis ‘seguras’ rampas en cuadriceps de cada ironman. No se si fue por no poder desarrollar un auténtico ritmo potente en buena parte del recorrido o por la maya compresiva Zoot que estrené en el Ironcat. Seguiré estudiando la posible mejora que esta prenda puede suponer en la Cursa del Llop. El caso es que mirando el pulsómetro, mi ‘desgaste’ cardiaco era muy bajo. Ni en el tramo más duro subía de 130 ppm. En el favorable, llegaba a poco más de 100. Y no era por vagancia. Las piernas no daban más; ¿qué le iba a hacer? A eso hay que sumar que sabía que era más rentable no fundirme en la bici y poder guardar recursos para la maratón, donde si mi pie aguantaba, podría maquillar el puesto final que en ese momento era para mi bastante decepcionante…

Encaraba la transición final y Richard había ido revoloteando como una mariposa por el circuito. A ratos se iba hacia delante, a ratos se paraba en los avituallamientos a recuperar, charlaba con uno, charlaba con otro. Un entreno de calidad sin duda. Tuvo también su momento de agobio con ganas de dejarlo estar, pero sabe que Zurich está cerca y toca sufrir. En la parte final me dejó tirado pero llegando a boxes volvió a relajarse llegando poco antes que yo.

Seis horas seis minutos… que vergüenza…. Mi segundo peor parcial después de… LANZAROTE 2006 (claro…), aunque esto sea más plano que la oferta de telefónica. Dejo la bici, me enfundo los calcetines nuevos e impolutos (importante sensación), intento colocarme las zapatillas con holgura (un neuroma llamado Morton hacía rato que llamaba a mi puerta…), mi querida gorra Hawaiana, cambio de gafas (no hay otras como las Eassun X-light para correr…), y aprieto los dientes.

Veo que Richard me ha esperado para ‘trotar’ conmigo. Me cuenta que hará unos 10 kms. Buena compañía para ‘coger’ ritmo. Las sensaciones globales no son malas. Me quejo porque va conmigo (hombre, motivos no faltan tras más de siete horas dándole). El neuroma del pie molesta bastante. Tengo dormido hasta el tobillo. Pero es un dolor soportable. Los quilómetros se van sucediendo y los rivales van cayendo. No hace calor. Malo para mi rendimiento. El viento sigue fuerte y es realmente molesto en ciertos momentos; bueno para mi rendimiento. El tramo peor, el de arena.

Las seis vueltas te minan la moral, pero ayudan para ir buscando referencias y pequeños planes de mejora que te distraen y te hacen ganar moral cuando ves como las referencias frente a posibles avances a rivales te son favorables. En una carrera de esta distancia no puedes pensar a largo plazo. Te hundirías. Has de ir pasito a pasito, con pequeños objetivos asumibles enlazados con periodos de mente en blanco. Es como mínimo mi estrategia en carrera.

Sabía que no tenía la más mínima probabilidad de hacer podium en carrera. Veía la lejana gente de adelante muy fuerte y yo tampoco era para tirar cohetes. Estaba corriendo poco por encima de los 30 minutos la vuelta (de 7 kms), lo que podría llegar a suponer bajar de las 3h 10 minutos, pero es casi imposible mantener los 42 kms el mismo ritmo sin entrar en una o más crisis, así que no me obsesioné con los parciales, que fueron subiendo ligeramente sin grandes cambios.

Dani iba fuerte y yo ya sabía que no se le escaparía la victória. Es duro como una piedra este hombre!!. Mi ilusión era llegar a hacer Top10 nuevamente en l'Ampolla. En las tres anteriores ediciones lo había conseguido y era una buena ilusión por la que luchar y sufrir. Richard hacía tiempo que ya había decidido poner fin a su entreno de alta calidad y duración. Los compañeros del Prat que venían de público seguían alimentando mi espíritu en cada paso por la zona de boxes (una gran ayuda sin duda), y el resto de compañeros que competían, iban haciendo. No voy a negar que con Lluís mantenía una cierta preocupación. Deseaba lo mejor para él sin duda, pero la competitividad está ahí y quería llegar primero!! (perdona Lluís). Mi pulso no estaba siendo el de la bici… Aquí había mantenido buena parte los 140 ppm aunque luego iba decreciendo.

Otro posible aliciente era conseguir ser uno de los tres primeros catalanes y puntuar así para la Copa de les Nacions. Sabía que Dani y Sergi Bermejo iban delante. En esos momentos no era consciente del carretón que estaba haciendo Carles Santasusana, que acabaría segundo (…), así que veía factible ser yo ese tercero. Alex Carreras, un grandísimo corredor a pie, lo tenía pisándome los talones desde la primera vuelta. Estaba convencido que me superaría, pero intentaba meterme faroles cada vez que me cruzaba con él simulando estar como nuevo y incrementando el ritmo. La verdad es que no me recortaba e incluso iba sacándole ventaja. Algo le tenía que estar pasando.

A partir de ciertas vueltas, ya no sabes ni donde te encuentras… Por el mareo general y porque los doblados se multiplican en vueltas tan cortas. Solo quería acabar, como todos, y tenía un triatleta que sabía que estaba en mi vuelta muy cerca. Lo conseguí superar en la última vuelta, pero el tramo de viento en contra final se me estaba haciendo muy largo y me volvió a alcanzar. Iba mentalmente tocado y ni me planteé pelear por la plaza, que sabía que rondaba ese top10. En un cierto punto cercano a boxes y que suponía que solo quedaba un bucle de ida y vuelta a un espigón del puerto, me crucé con Robert Budai, compañero de equipo e infatigable seguidor-fotógrafo de nuestras aventuras. El me informó que se me acercaba dicho rival. Le dije que no le aguantaría ni de coña, pero incomprensiblemente, y aprovechando el descenso de uno de los repechos del circuito, mis piernas (iban por libre de mi cerebro), pegaron un cambio de ritmo inesperado que me acercaron al rival. Y dije ¿porqué no?, aguanta el tirón y distánciate lo que puedas… Así lo hice y aproveché los dos repechoncillos más que quedaban para dar un par de vueltas a la tuerca. Además, pasaba bajo la pancarta de gladiadores de mis compañeros, y sus ánimos me acabaron de dar ese último empujón.

Llegué la último giro de 180º temblando por comprobar si me había respondido al acelerón y por fortuna para mi no fue así. Era una tontería quizá, poco importante en ese momento ganar o perder una plaza, pero ya estaba tomada la decisión y quería aprovechar la iniciativa… Apretón final y llegada a meta demasiado forzado.

Luego resultó que ese rival era Francesc Sala, de Berga, y pese a que no me suponía quedar ni tercer catalán, no era lo mismo cuarto que quinto para mi habiendo sido el año pasado el primer catalán del Ironcat.

La recuperación post-meta nuevamente un 10. Espectacular. Paella hecha allí mismo, parrilla con pinchos, butifarras, … pizza, bocatas…. Un auténtico buffet libre con tiro de cerveza, barra libre de helados. Una locura. Lástima que me cogieron problemas intestinales y tras zamparme un poco de todo. Me tuve que meter en la carpa de Cruz Roja que me inyectaron un botellín de pimperan en suero y otra de suero de propina.


Al final, ganadores por equipos y contento por mi y por todos mis compañeros que consiguieron ser finishers menos Lluís Enric Florensa, con algunos problemas físicos y sobretodo falta de entreno tras su operación de pie precisamente.

domingo, 16 de mayo de 2010

Ironcat 2010, épico

Esta es la primera entrada que voy a dedicar a esta, una de las principales fitas en mi temporada deportiva. Es el 12º Ironman (4º IronCat) en el que compito y finalizo. No pasará a la historia ni por la marca (mi tercera peor marca en la distancia), ni por su trascendencia relativa, pero me doy por satisfecho.

Si he de hacer balance entre lo bueno y lo malo, esta vez me quedo con lo bueno, pese a que en estos momentos, desde el trabajo (hoy tengo guardia de 24 horas...) y con las rodillas doloridas, las cosas se ven algo menos felices.
El ambiente fue bueno, excelente diría, ganamos por equipos y pude aportar mi granito de arena para ese triunfo tras un ajustado mano a mano con un sorprendente C.N.Manresa que de la mano, creo, de Jordi Calduch, ha forjado un equipo de larga distancia muy fuerte.
En Neuroma se comportó, doliendome incluso menos que el año pasado... Era un dolor constante y perjudicial (sin duda algo más rápido hubiese corrido sin el), pero no se si ya he 'desconectado' ese circuito neuronal, o que, pero fui aguantando. Hoy me duele, pero lo sobrellevo.
Me siento consolidado y en cierta forma especialista en la distancia ya que pese a las dificultades que se me presentan en cada ocasión, parece que suelo salir siempre bien parado.
Ayer no esperaba sufrir tanto sobre la bicicleta. Y no porque no conociera la previsión meteorológica o más bien eólica con anterioridad. Unos días antes saltó la voz de alarma con previsiones de 40 kms/h de viento medio, con rachas de hasta 80..., pero como en alguna ocasión he comentado, el 70% de un Ironman es mentalización, y cuando uno selecciona una carrera, se mentaliza en vistas a lo que sabe que se va a encontrar, o cuanto menos a lo que cree que se va a encontrar.
Yo estuve en el IM de Lanzarote 2006, y puedo asegurar que la fuerza del viento fue quizá incluso más fuerte, sumando los más de 2700 metros de desnivel acumulado que no existe en la Ampolla. Allí hice el peor tiempo ciclista de mi carrera 'ironmanística', con 6 horas i 28 minutos. Había tramos en los que no podía superar los 7 kms/h. Por el resto, la similitud fue grande. Más calor en Lanzarote, pero la maratón muy similar, con subidas y bajadas similares. Pero sabía a lo que iba y mi mentalización era férrea.
En la Ampolla, ni siquiera quise renunciar a mis ruedas de bastones (HED3c), cuando en estas condiciones seguramente no eran las más indicadas, con diversos sustos superados con fortuna.
No tengo datos de la fuerza real del viento el sábado. Solo se que con el viento frontal, en llano y con todo el 'kit' aero que llevaba, hubo momentos en los que no podía superar los 16 kms/h, y prácticamente el 45% del circuito fue con el viento en contra. En ese escenario, bajar nuevamente de las 10 horas y rondar las 9.30 (que es el tiempo medio al que aspiro a priori en una prueba así), era francamente inalcanzable para un ciclista tan mediocre como yo.
Capítulo a parte nuestro campeón Dani Fernandez Ledesma, de otro planeta. Un tipo currante que se pasa la mayor parte de horas del día en su taller como fresador y que saca tiempo de no se donde para entrenar como un jabato y ser capaz de hacer 9 horas 15 minutos en un día como el que hizo ayer... espectacular. Poca gente sabía de lo que Dani era capaz. En mi etapa de presidente del club, mantuve un trato cordial con el y hice lo posible para convencerlo de que viniese al Prat y contentos que estamos ahora!!. El año pasado tercero de España y pieza clave para ganar el campeonato por equipos, este, gana el Ironcat y nos lo llevamos tambien... Felicidades Dani!!

miércoles, 12 de mayo de 2010

Llorando!

Después de casi un mes sin actualizar el blog, voy a hacer un esfuerzo. Y no será por carecer de temas interesantes para escribir (TRi Banyoles, Tri Prat,...), pero la mudanza que estoy 'sufriendo', me ha condicionado completamente.

Ahora tengo en primer plano una prueba trascendental para mi y en este momento: IRONCAT

No me lo planteo como mi objetivo del año, pero casi. Desde principio de temporada, más bien desde los últimos meses de la pasada, mis problemas físicos con el pie me hicieron ir dando bandazos en cuanto a planificación y objetivos. Primero tenía que solucionar o minimizar el problema, y la evolución de las soluciones aportadas iban dando buenas y malas perspectivas hasta el punto de pensar en dejar la temporada en blanco, o pensar en hacer tres Ironmans este año...

Entre una cosa y otra, me planté en febrero con unos niveles de entreno paupérrimos, especialmente en carrera a pie. A partir de ahí, me la jugué sin estar recuperado del pie y fui incrementando carga en carrera hasta llegar a los 60 en una semana, con alguna tirada larga. Han sido 8 semanas rondando las 20 horas semanales que se han visto truncadas por los acontecimientos.

Factores que auguran un mal resultado en Ironcat (lloriqueo):

1.- Neuroma Morton. No he solucionado el problema y sin duda va a ser determinante cuando me baje de bicicleta. El año pasado me martirizó y condicionó el tiempo y posición final. Este año está más evolucionado y puede condicionarme más.

2.- Falta de entreno en carrera a pie. No es una impresión, es una realidad. Si hago una comparativa con la temporada pasada (que ya fue más pobre de lo deseado), respecto a los 43 de media semanales (desde inicio de temporada en noviembre), este año son 26... También hecho a faltar mis entrenos finales de auto confianza, que pese a que han existido, no han sido en el momento apropiado.

3.- Fatiga general. Desde el 24 de abril, en mi hogar se tomó la decisión de mudarnos precipitadamente para fin de mes. Además, el triPrat coincidía con esa situación extraordinaria. Resultado: entreno 0 - estres 10 - dormir 0 (es un decir, pero...). Resumen: perdida del trabajo de las 8 semanas de 20 horas de entreno y hundimiento físico. La culminación fue el finde del 1-2 de mayo. Brutal. A partir de ahí, las secuelas de la mudanza han seguido con menor incidencia, eso si, y he vuelto a entrenar. Tarde y creo que demasiado (ejemplo: entre domingo y lunes he corrido 50 kms a pie...). Se que a cinco días del Ironcat, semejante entreno no es lo más recomendable, pero necesitaba ganar confianza. Para mi es prioritario salir con confianza y algo más cansado.

4.- Cambios en la bici de ultima hora. La rotura de la patilla del cambio en la Cervelo, y el robo de mi antigua Look en una misma semana, me dejaron sin bici en un momento clave, a un mes del Ironcat. Me dejaron una bici y ya tuve que cambiar posición. Ahora, una semana y poco antes, vuelve a buscar posición. Resumen, no me siento bien posicionado y 5 horitas y pico son muchas horas para no estar cómodo. Además, el sillín ADAMO ROAD especial, también ha 'volado' con el robo y os puedo asegurar que al menos para mi, hace falta una adaptación ya que es más ancho y corto y hay cambios en el pedaleo.

Podría seguir dando 'excusas' para quitarme presión el sábado, pero lo dejaré aquí. Realmente son más que excusas, pero no quiero abusar.

Pero en la vida hay que buscar la visión positiva de las cosas y voy a acabar la entrada con aquellos factores favorables para el sábado...:

1.- Bioritmo en ascenso: Con los muchos años en el mundillo, todavía no conozco mis bioritmos y no se predecir cuando estaré en zona UP o zona DOWN. Llevo semanas muy bajo y me parece estar viviendo estos últimos días un pequeño subidón. Vamos a ver si se aguanta...

2.- Ultimo test positivo: la temeridad de correr los 50 kms a cinco días del Ironcat tiene su parte favorable: las sensaciones han sido buenas. No al nivel de otras ocasiones, pero el lunes mantuve 27 kms corriendo a ritmos siempre por debajo de 4.20 y llegando a acercarme a los 4 minutos en los últimos kms. Y lo mejor es que por la tarde no estaba tan mal (como dijo Laporta en su día).

3.- La mejor compañía: Este año, y siguiendo la tónica del último año, se desplazará a la Ampolla una gran expedición de gladiadores y seguidores. Encima de ello, el nivel de algunos de ellos está muy alto. Que decir de Dani Fernandez Ledesma, claro favorito para la victoria final, o Josep María Lluís, debutante pero que ha demostrado una preparación a conciencia, con una gran carrera a pie. Jordi Arias, podium absoluto en el Ironcat en su primera edición, y que mantiene la mejor marca pratense en la distancia con sus 9h 8 minutos de Austria 2002. Se le está viendo muy fino últimamente. Ernest Renedo, con una exhivición en el tramo a pie en Banyoles B, y haciendo unos entrenos muy fuertes y largos estas últimas semanas. Y no me olvido de los demás, entre los que Jose Alberto ha hecho la mejoría más destacada, con un rendimiento en la bicicleta altísimo cuando los quilómetros van sumando. Y Ricardo... que decir de este tragamillas incombustible. En fin, que aunque me hunda en la miseria el sábado, el equipo está más que cubierto y auguro una victoria contundente por equipos!!