martes, 30 de noviembre de 2010

Actualización II: CARRERA VERTICAL

Segunda entrega de la actualización pendiente del blog tras este improductivo fin de verano-inicio de otoño.

RETROSPECTIVA:
Verano de 2003
- Barcelona. Juegos Mundiales de Bomberos y Policías. Una semana inolvidable para mi. Lo más parecido a unas olimpiadas en lo que seguramente podré participar en mi modesta vida como deportista aficionado. Más de 10.000 competidores, inauguración en el Estadi Olímpic de Montjuic, desfilando por la misma pista....
Una ola de calor sahariano azota la ciudad condal con temperaturas superiores a los 35 grados. La prensa se concentra espectante ante la que se corona como prueba reina de los juegos: la Stair Race.

No era mi primera participación en unos juegos de este tipo. En Indianàpolis 2001, ya participé en diversas pruebas, pero no conocía esta en concreto. Un mes antes de la cita barcelonesa, regresando de mi despedida de soltero (...), empalmé directamente con un 'test' que consistía en subir las 40 plantas de la Torre Mapfre, escenario de la carrera, equipado hasta las orejas de bombero... Este es el 'techo' arquitectónico de Cataluña. No había probado nunca la experiencia, pero llevaba bien la preparación del triatlón. Diversos compañeros de Bombers de Barcelona ya habían estado otros días entrenando y incluso alguno había competido en Indianápolis en esta prueba.
El resultado fue gratamente sorprendente al realizar el mejor tiempo de todos con cierto margen, haciendo 5' 40'' aproximadamente. Si en aquellas condiciones había rendido así, parecía que se me podía dar bien el evento...

Llegó el día de la verdad y el calor era extremo. Muchos nervios ante el reto. Desde la base de la torre se veía muy alta la azotea. Además, una característica poco usual en esa escalera era la longitud de los tramos de escalera, pues lo habitual es que hayan dos tramos por planta, y en este caso era único, incrementando la dureza.

En lo alto de la azotea, sin poderme ni levantar y escondiéndome del sol...

El resultado no pudo ser mejor para mi. 5'01'', mejor tiempo de la prueba, a distancia del segundo y tercero. Una medalla de 'oro' que me sabía a gloria. La repercusión mediática fue enorme para lo que me podía imaginar. Televisión, radio y prensa gráfica de los primeros medios. Todos interesados por el triunfo.

Podium, junto al que sería mi verdugo en los siguientes juegos (a mi derecha), i toda una institución en este mundillo, el sargento Gomez Milara de Madrid.

El éxito me hizo convencer que tenía cualidades para esto y no dudé en prepararme de nuevo para los siguientes juegos en el 2005 en Quèbec (Canadà). Allí tenía un importante handicap; el día anterior a la prueba, competía en Triatlón, en un circuito distancia olímpico, sin drafting, y con un perfil muy exigente. Hizo un día también de mucho calor y me estruje al máximo para ganar en triatlón la medalla de plata. Parecía difícil poder rendir al máximo en menos de 24 horas y en una prueba tan explosiva y tan exigente a nivel muscular.

Equipado a la espera de la dura subida canadiense...

Sin embargo, nuevamente me sorprendió mi capacidad en subir escalones consiguiendo el oro en mi categoría (senior A), y el segundo mejor de la general, precisamente tras el medallista de plata en Barcelona(Víctor Tornero). Además, en la subida sin equipo de intervención y en la combinada por equipos, me hice con algunas medallas más...

Podium senior A junto a un polaco y al madrileño que fue segundo mejor tiempo en la general de Barcelona (los bomberos de Madrid no viajan sin la bandera española...)

El nacimiento de mi hijo Tiago en marzo del 2007 truncó mi cuarta participación consecutiva en unos juegos mundiales de bomberos y policías, y la oportunidad de revalidar el oro en la especialidad. En aquella ocasión, la ciudad australiana de Adelaida era la escogida para la cita mundial.

Tocó esperar a la edición del 2009 en Vancouver (Canadá), para volver a intentarlo. Allí la complicación vino por la precipitación. Si al largo vuelo transoceánico con escala le sumamos la impotencia para dormir en el albergue para jóvenes juerguistas del centro de Vancouver en el que recaímos, el hecho de estar ya con el dorsal puesto a las 8 de la primera de las mañanas, hacía las condiciones muy poco idóneas. No obstante, tampoco puedo quejarme de mi rendimiento al conseguir lo que no había conseguido nunca antes: un oro y una plata individuales en la especialidad. La plata en la subida equipado, el oro sin equipar. Hubiese preferido intercambiar medalla y mantener mi 'dominio' por tercera vez consecutiva, pero así es el deporte. Un canadiense del mismo Vancouver imagino que estuvo entrenando duramente en el mismo Hotel Sheraton escenario de la carrera durante largo tiempo. No obstante, esa plata me sentó muy bien!!

Podium SeniorB, juto al lugareño canadiense y al popular 'Ruso' de Madrid, una roca...

Pero el germen de la carrera vertical ya me había infectado y mi faceta organizadora brotó rápidamente poniéndome manos a la obra en busca de algún colaborador. Joan Valbuena fue el aliado perfecto, y la encomiable ayuda de Fernando Gonzalez, gerente de la empresa AIRBOX, junto a la predisposición del Hotel Hesperia Tower, permitieron hacer realidad un proyecto, el de la carrera vertical del Hotel Hesperia Tower, que busqué organizar como previa al mundial de Vancouver.

La prueba fue un éxito en su día. Sin prepararme ni calentar, habiendo dormido un par de horas como máximo y teniendo que montar, dirigir y ponerle voz al evento, me lancé a subir la torre consiguiendo un nuevo oro en mi categoría, y el tercer mejor tiempo a 6'' del que poco después se coronó como rey de las escaleras en Vancouver haciendo el mejor tiempo de la carrera: Mario Verdugo.

Podium Senior B con 'mochila' a cuestas...

Haciendo pues un balance de la relación inversión en entrenamiento-resultados, no he conocido en mi vida nada igual. Es por ello que para mi la 'Stair Race' será un referente que me acompañará siempre en mis recuerdos, y que me hará sentir un poquito importante dentro de mi convicción de que la clave de mi éxito es la reducida población deportista que se prepara para este tipo de pruebas.

Tras estos 6 años alimentando esta idea en mi cabeza, este año quise dar un paso adelante y conseguir como fuese un primer Circuito Nacional de Carrera Vertical en España. No hay ninguna duda que a nivel mundial, en España es donde nos hemos tomado más en serio este tipo de carreras para bomberos y prueba de ello es que el 80% de los podiums tirando por lo bajo en los campeonatos mundiales, son ocupados por profesionales de nacionalidad española.

Pensé que era hora de volcarme en mi faceta organizativa y dejar un poco de lado la deportiva. En un principio tenía claro que no debía participar en ninguna etapa del circuito si quería 'garantizar' mi trabajo como director de competición y speaker. Por ello no entrené un solo día ni me llevé el traje en la primera de las etapas. No obstante, y esto tendrá que ser harina de otro costal, no pude resistirme a participar ni en Valencia ni en Hospitalet.... (próximamente más detalles...)


Momento anaerobico muscular y cerebral en Valencia...

lunes, 15 de noviembre de 2010

ACTUALIZACIÓN I. Debacle ibicenca

Son muchas las cosas que me han ocurrido desde la última entrada personal. Por falta de tiempo, cansancio, desidia, he dejado pasar muchos días perdiendo seguramente buena parte de los posibles lectores de este humilde espacio cibernético.

Intentaremos ir por partes. Lo primero que me gustaría plasmar en este post es las vivencias ibicencas. Como muchos sabéis, el último fin de semana de octubre tenía lugar el Campeonato de España de Triatlón de Larga Distancia. Era una fecha inusual. Más bien inédita para una prueba de esta exigencia.


La temporada de triatlón cada vez empieza antes, y prolongar la capacidad mental hasta, como quien dice, el invierno, es muy complicado. Fruto de este handicap, la inscripción a la prueba ya no fue la esperada por los organizadores, con Juanjo Serra (mis felicitaciones como organizador 'diez' tras tantos años al pie del cañón), y muchos de los especialistas nacionales, tiraron la toalla antes de tiempo. Yo mismo, ya estaba en el mes de abril corriendo el triatlón B de Banyoles... y siete meses después, había que estar 'fresco' y motivado al máximo ante tan importante cita.

El C.N.Prat era el campeón vigente de la especialidad, y me sentí obligado a hacer todo lo que estuviese en mi mano para luchar por revalidar semejante honor. Era un reto difícil de antemano, lo sabíamos, principalmente por la fecha. En el equipo cuento con compañeros con un potencial enorme para afrontar con ciertas garantías una carrera de estas características, pero en la recta final del verano, las cosas no pintaban demasiado bien.

Haciendo un barrido de los 'candidatos' a presentar batalla en Ibiza, ya se podía uno hacer una idea de lo que podría suceder, pero a cabezón y pretencioso, me ganan pocos:

- Dani Fernandez Ledesma: Tercero en el Campeonato de España absoluto 2009 L.D élite, y ganador del Ironcat 2010. A priori uno de los pilares del equipo para Ibiza, pero su complicada vida profesional le habían dejado sin capacidad de entrenamiento con garantías, sin lo cual, no tenía sentido plantearse la participación.

- Richard Calle: 6º absoluto élite en el europeo de la misma distancia que Ibiza y campeón de su grupo de edad en el IM de ZUrich. Todo ello este mismo verano. Otro pilar básico del equipo. Pues una lesión derivada de la caña del mes de julio lo aparta del asfalto hasta mediados de septiembre. Va muy falto de entrenamiento, tanto en volumen como en calidad, y la mente no funciona igual cuando sabes que no estás al 100%.

- Sergio García: revelación 2009 en larga distancia nacional llevándose el ránking nacional del año, y haciendo 5º absoluto en Vitoria 2009. Otro valor seguro. Nuevamente se complicaba el potencial tras su decisión en el mes de abril del mismo año de dejar la larga distancia de forma indefinida. Nunca llegó a mentalizarse al 100% según mi opinión de lo que iba a suponer Ibiza, y sus volúmenes globales no se acercaron a lo que había sido el año anterior, pese a que durante la última fase de la temporada había rendido a muy alto nivel en corta distancia.

- Carlos Lopez: Con un nivel físico francamente envidiable, era para varios de nosotros el más fuerte del equipo con diferencia. Llegó al IM de Zurich con estado de forma similar al de Richard, pero las cosas no salieron como esperaba y no pudo acabar la prueba. Mal síntoma de cara a un triatlón tan complicado como el que se avecinaba en Ibiza.

- Julio Cardo: Su objetivo 2010 era Hawaii, y el gran potencial físico que le caracteriza, se había volcado en la planificación, cumpliendo casi a rajatabla lo establecido. Dos intentos en IM oficiales, y dos desesperanzadores resultados. En el primero, caída ciclista cuando ocupaba las primeras plazas de su grupo y llegaba a la T2, y en el segundo, sus problemas con los cartílagos en la rodilla lo anularon en los últimos 30 kms perdiendo toda opción. La fuerza física la tenía, el entreno, también, la fuerza mental, no le faltaba, pero la salut lo dejó fuera de las quinielas para Ibiza.

Hasta ahí, un poker de ases truncado. Apuntalando el equipo, tuve la visión de tantear al gran Xavi Bellón, un diamante en bruto que tan solo le falta conocerse más en larga distancia y confiar más en su calidad para dar una gran campanada. Ya sorprendió a más de uno (a mi no) en el durísimo doble olímpico (y más...) de Balaguer. Le cuesta confiar también en su preparación física previa, pero poco a poco creo que se conocerá mejor y nos dará más de una alegría.

Otro tanteo fallido fue el de Albert Reig, una joya triatlética polivalente total, que estoy convencido que está capacitado para hacer top10 nacional élite como mínimo cuando se lo proponga y su profesión-familia se lo facilite... Dichos contratiempos le obligaron a olvidarse del reto pese a tener plaza élite tras su actuación en Arinaga 2010.

Y después de todos ellos, estaba yo, un tipo rústico que sustituye calidad física por empeño, ilusión y capacidad de sufrimiento en el tiempo, que no en la intensidad. Llevo años en esto de la larga distancia y he tenido mis momentos de gloria personal. Se que no podría ser yo quien diera el triunfo o el puesto de honor al club, pero sabía que según se terciara la historia, podría aportar mis cualidades en ese apuntalamiento de resultados, con lo que yo me quedaría más satisfecho que nadie.

Me volqué en la organización logística de la expedición y en convencer a la comisión de triatlón del equipo de lo conveniente del desplazamiento en bloque y las cosas salieron mal. Esto es deporte y no matemáticas. Puedes tener una prueba ganada y perderla estrepitosamente en un abrir y cerrar de ojos. Y si a ello le sumas que dos potencias nacionales como Lagunak y Fluvial de Lugo se arman hasta los dientes para ponernos muy difícil el reto, las cosas se hacen muy cuesta arriba.


El día amaneció con malos presagios, con un fortísimo viento, frío y agua. La combinación que más pueda odiar personalmente. Lo cierto es que estoy de mala racha. En mi única participación en el IM de Lanzarote, me tocó uno de los dos años de más viento de la historia de la carrera, en el Ironcat de este año, tres cuartos de lo mismo. En Roth 2000 y 2008, lluvia toda la carrera al borde de la hipotermia. Soy un triatleta muy malo en bici y sensible al frío más que la media, y solo hay que seguir mis resultados en esas condiciones.


El mar también andaba revuelto y modificaron sentido y número de vueltas para contrarestar un poco las dificultades. Así pues, nadar no fue muy agradecido. Y lo que vino después, peor. Me tocó un día malo físicamente. Seguramente quedé mermado tras la última semana, en la que tuve un fin de semana demoledor en la organización de la Carrera Vertical de Valencia, y la semana fue de estres total cerrando mil temas que iban a quedar truncados en mi desplazamiento de cuatro días a Ibiza teniendo que viajar con mi hijo de 3 años y yo con lo que ello conlleva.

Después de exponer mis excusas, reconocer que mi rendimiento sobre la bicicleta es para ponerse a llorar con el penúltimo peor parcial del grupo élite (y quien sabe si el que gané tubo algún pinchazo o peor...). Era un trazado duro. Nada de llano. O subida o bajada, con mucho viento, terreno mojado peligroso, llevando ruedas aero que multiplicaban el peligro con la pista de carbono que no frena nada fino... en fin, un drama.


Y la carrera a pie... allí donde creía estar mejor, con más potencial de maquillar desajustes previos, con buenos entrenamientos previos. Pues nada. Aparición del dolor del neuroma, con menos intensidad que otras ocasiones, pero machacando el cerebro. Salí a correr cuando me doblaba el lider de la carrera. Decidí seguir su ritmo y lo conseguí durante un buen rato, hasta que ví a Richard parado estirando el isquio... Ya era el segundo en poner fin a su participación en Ibiza y pasaba a ocupar el tercer lugar del equipo. Tal responsabilidad me hizo ser un poco más conservador para administrar de la forma más rentable posible mis fuerzas. Debía hacer la primera vuelta a modo de reconocimiento personal y del trazado. Iba recuperando terreno a mis dos compañeros y a un buen número de contrincantes, pero no me encontraba tampoco en un buen momento. Cuando ví que Carlos se desinflaba, mi mente dejó de ayudarme a aguantar el dolor, cansancio y falta de rendimiento del día. Cuando lo vi abandonar, ya fue definitivo. No tenía sentido para mi seguir sufriendo a ese nivel en la última vuelta de 7.5 kms y el bajón fue evidente.

Cruzé la linea de meta muy tocado moralmente. MI rendimiento personal había sido de los peores en una prometedora carrera en la que creí que yo no pagaría la factura de las fechas y al final la pagué más que la mayoría de contrincantes. 7 horas 26 mintos; el peor tiempo en distancia C de los nueve que he realizado, entre ellos dos veces Niza en su etapa incial, en la que a parte de comerte unos puertos del copón, hacía calor infernal en la carrera y se hacían 10 kms más en bici.
A ello sumar la debacle del equipo que pasaba de ser campeón de España a ni aparecer en la clasificación élite.

Desde aquí pedir perdón al mis compañeros de equipo que no finalizaron la prueba y que no fueron tratados de los mejores modos tras aquel momento. Sabía que a ninguno le había pasado nada grave que les hubiese dejado fuera sin ninguna opción, pero uno no puede creer que todos reaccionan igual ante los acontecimientos ni todos pueden valorar las cosas con el mismo rasero.
Todos hemos aprendido, creo, bastante tras el batacazo