viernes, 17 de diciembre de 2010

Actualización III: Circuito Nacional Carrera Vertical

Como última entrega de la actualización pendiente, resumo (si puedo...), lo que fue el Circuito Nacional de Carrera Vertical AIRBOX.

Este ambicioso proyecto debía incluir en principio tres pruebas en las 3 principales ciudades de España. Debido a conflictos laborales entre Bomberos y Ayuntamiento de Madrid, el circuito quedó reducido a Valencia y Barcelona (L'Hospitalet), que para ser el primer año, ya fue suficiente.


La infraestructura del montaje partía de Barcelona básicamente, con la empresa AIRBOX, que ha invertido como nadie en este proyecto, subministrando la totalidad de equipos respiratorios necesarios, así como el personal necesario para su manejo. Ciclos Valbuena por su parte, también se implicó en profundidad, encargándose de buena parte de la infraestructura del montaje de la carrera, así como el diseño de los carteles y la web con la información pre y post carrera, más la inscripción on-line.

A partir de ahí, otros colaboradores, empezando por Virgilio Torrecilla, Bombero de Valencia, y sus compañeros valencianos, que aportaron personal en la organización e hicieron de enlace en los contactos con el Ayuntamiento y el Multiespacio Aqua, sede de la prueba 'Ché'. Sport Zone aportó la inestimable partida de camisetas técnicas de ambas etapas, Sasatex aportó los preciosos trofeos con figuras bomberiles para la prueba de Hospitalet y para el circuito absoluto, y no nos podemos olvidar del Hotel Hesperia Tower con una gran aportación en la prueba de Hospitalet, así como colaborando en la de Valencia. La Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de L'Hospitalet puso su granito de arena para que todo en conjunto fuese un éxito.


24 Octubre: Subida Multiespacio Aqua

Todo listo para el inicio de la prueba

Valencia fue la primera de las etapas. Cerca de 500 escalones para acceder a la azotea de la torre principal de este centro comercial, con 24 plantas teóricas que equivalían a algo más dado los 22 peldaños por planta de media que son más de lo habitual. Un circuito que se iniciaba en el Hall del centro comercial y tras una recta inicial, se alcanzaba la acera de la calle para dirigirse al inicio de la escalera de evacuación de la torre, punto en el cual ya no había un solo 'descanso' hasta la coronación de la prueba.

Gran despliegue de AIRBOX para cubrir el evento

A nivel deportivo, poco más de 50 bomberos venidos desde múltiples lugares de España. El mejor tiempo a cargo del Bombero de Zaragoza Alberto Gomez, a la postre vencedor del circuito con un tiempo en Valencia de 3'45''. Alberto ya compitió el año pasado en la subida al Hotel Hesperia Tower, pero por aquel entonces, se quedó lejos de los mejores tiempos. Pero tras un año de duros entrenamientos con sus compañeros maños en el World Trade Center de Zaragoza, se ha traducido en una inpresionante mejoría de todo su equipo. En segundo lugar, mi compañero de Bomberos de Barcelona, Jaume Font, ex-integrante del equipo de triatlón del Prat, y vecino de la propia localidad. El también se ha tomado muy en serio este circuito con duros entrenamientos en el propio hotel Hesperia Tower.

Por mi parte, no estaba previsto mi participación ni en Valencia ni en Barcelona, pero sin ningún entrenamiento previo más allá de mi participación cuatro meses antes en la subida al hotel Hilton precisamente de Valencia, decidí participar junto a Virgilio cuando todos los participantes habían finalizado su participación y mientras tenía lugar una exhibición de rescate a cargo de la unidad canina de Protección Civil de Valencia.

Virgilio Torrecilla y yo mismo, los organizadores a punto de participar...

A la falta de entrenamiento y calentamiento (fue vestirme y subir...), se sumó el agotamiento del montaje y estrés característico del 'director de carrera'. No esperaba hacer una gran marca pese a que me conozco bien y sabía que no sería tampoco un mal resultado. Bomberos de Barcelona se habían desplazado a Valencia con pocos efectivos y creía que podría colaborar en su clasificación por equipos.

Tras la agónica subida que caracteriza a este tipo de pruebas, el mundo se me vino encima cuando comprobé que no me había puesto el chip necesario para controlar el tiempo... Osea, que había dejado la piel para nada...

Exhausto tras la subida...

No estaba tomando el sol... me acabo de dar cuenta que voy sin chip...

Mi tiempo jamás lo sabré. Pero despues de aquel esfuerzo, no podía quedarme así, con aquella cara de tonto. Decidí que tenía que volver a subir, pese a la merma que sin duda suponía una segunda subida equipado habiendo ido al 100% tan poco tiempo antes. Ví que todavía duraba la exhibición canina y no mel o pensé demasiado: Otra vez para arriba!!

Evidentemente el ritmo posterior fue más conservador y marqué un crono de 4'26'', lejos del tiempo de Alberto, pero que supuso el tercer mejor tiempo de la categoría. Lección aprendida...

El balance de la etapa hubiese sido excelente de no ser por los problemas con la empresa de chip contratada que no supo resolver diversas incidencias ocurridas y que probocó un retraso importante en la entrega de premios y diversas incorrecciones que costaron en subsanarse. Por desgracia, las clasificaciones en una competición son uno de los pilares que si fallan, desmerecen mucho la globalidad, pero como organizador estoy tranquilo ya que no tuve, ni tuvimos nada que ver con los problemas.


La repercusión mediática fue más que aceptable, con aparición en Antena 3 televisión en el noticiario de midio día, y en Canal 9 Valencià. En prensa escrita, copamos lugar en todos los diarios importantes de la comunidad valenciana.

7 de noviembre: Hotel Hesperia Tower - L'Hospitalet

En el Hesperia queríamos poner la guinda al pastel y subir si cabía todavía más el listón conseguido en la edición del año pasado y en la prueba valenciana. No era fácil, pero los esfuerzos se multiplicaron.

Nuevamente todo listo para la última etapa del circuito...

En participación ya superamos cifras anteriores con más de 150 participantes en la prueba OPEN, y cerca de un centenar en la subida con equipación de bombero. AIRBOX incrementó incluso el despliegue de medios para poder cubrir semejante incremento. El montaje se pareció al del año anterior, introduciendo mejoras en el espacio de atención al participante y entrega de premios.

Nuevamente me picó el gusanillo para volver a subir... Esta vez había podido hacer una subida previa unos día antes en el rodaje del previo que TV3 hizo de la carrera:

Vaya pinta...

A nivel deportivo, volvió a ganar Alberto Gomez, intratable, a un solo segundo del record que el año anterior estableció Mario Verdugo, a la postre ganador el mismo año del mundial de bomberos de la especialidad en Vancouver. Así pues, 4'11'' para Alberto, cinco segundos más rápido de lo que subí yo mismo el año anterior, y 18'' más rápido que mi tiempo de este año, claramente condiconado por los factores antes mencionados. Veremos que ocurre el año que viene!!

Salida de la mano de Joan Valbuena. Esta vez se vé el chip en mis botas... jeje

Mi tiempo final fue el 5º mejor en el Hesperia, y trasladándome al Circuito Nacional, igualmente una quinta posición absoluta final que no está nada mal para lo que invertí deportivamente hablando.

La repercusión mediática estuvo eclipsada por la visita papal de consagración de la Sagrada Familia... menos mal que el año que viene eso ya no podrá ocurrir el mismo día...

viernes, 10 de diciembre de 2010

Prat-Triatló en revista Finisher


Me siento orgulloso de lo que he leido en la revista Finisher, la que manda hoy por hoy en el triatlón peninsular. Como cabía esperar, han tenido que recortar el artículo original que les mandamos, pero es más que comprensible... SBR paga por lo visto lo que toca y la publicidad es quien posibilita que revistas como esta sigan existiendo.

Agradecer desde aquí a la redacción de Finisher su deferencia con nuestro club.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Cuando la presión no existe

Todavia me queda por plasmar mi último pack de puesta al día con el circuito nacional de carrera vertical, pero hoy voy a hacer un inciso corto para dejar constancia de lo que a veces significa salir a correr sin ningún tipo de presión.

Esta foto no tiene ninguna relación con la entrada al blog... era tan solo un 'gancho' para ver la incidencia de la foto de encabezado del blog en las entradas... jeje. Ah!, perdonen las damas que entraron y se encontraron esto...

Una media maratón no es algo ligero ni anecdótico. Es todo un reto para mucha gente y por tanto no se puede despreciar el esfuerzo necesario para cubrirla dignamente. Sin embargo, cuando llevas años entrenando y compitiendo, cuando te conoces sobradamente, y sobretodo cuando tu cuerpo está libre de cadenas mentales y físicas por encontrarte en el inicio de una pretemporada que todavía no he diseñado, las cosas pueden salir tan bien como esta mañana.

Llevaba dos semanas de entreno desde que el 31 de octubre di por finalizada la temporada en Ibiza. Había hecho una media de 24 km en ese tiempo de inicio de rodaje, entre los cuales había incluido algunos instantes de calidad con muy buen rendimiento, pues pude correr a 3'30' el 5.000 de la Cursa per la Vida por ejemplo.

Hacía un año que me había operado del pie en aras de aliviar mis problemas con el neuroma de Morton una semana larga antes de la media de Mataró, y entonces decidí correr pese a las recomendaciones más que justificadas de no hacerlo. Quería el lote de Fairy...
Ese día también me sorprendía mi mismo consiguiendo correr casi a 4' el km haciendo un tiempo final de 1 h 25min.

Este año, quería probarme. El jueves de esta semana corrí unos 17-18 km por debajo de 4, y incluso los últimos 7 fui teóricamente a 3'45''. El tema es que probablemente la distancia no está muy correcta siendo 'cortos' los kms, pero a mi ya me valía para ver que no estaba tan mal. Quizá fue demasiado cerca del domingo, pero yo soy así...

En la línia de salida, MUCHA gente conocida. Diría que más de lo que me había encontrado nunca a nivel deportivo. Entre ellos, muchos compañeros de equipo. Me desplazo enchufado en el coche de Richard y quedamos 'probar' a correr a 3'50'' desde el principio a ver si llegamos con 1:20 al final. Bocamoll (Carlos Lopez para el resto del mundo), se queja de que no es el ritmo que toca ir a estas alturas, pero todos sabemos que se va a unir, y que si puede, irá más rápido. Sergio García, se une tambien al intento al verse 'solo' en su intención de correr a 4. Los tres son mejores deportistas que yo; al menos en triatlón y carrera a pie, y pese a no estar tampoco entrenando mucho, pueden ir bastante rápido.

Salida precipitada... no se puede uno despistar así con 2200 personas ocupandolo todo...

A cuatro minutos de la salida, me doy cuenta que no llevo mi MP3, imprescindible siempre que puedo para motivarme cuando la monotonía se apodera de la carrera. Vuelo al guardarropa y llego por los pelos a la salida en una colocación mala. Primer km incómodo, con las frenadas, giros innecesarios y cambios no escogidos que todo el mundo debe odiar. Pese a ello paso exactamente al ritmo previsto: 3:50. En ese momento pienso, hoy es un día para 'disfrutar' y ser valiente!!

Dicho y hecho, inicio mi 'farlek' de 20 kms. Me encanta cambiar el ritmo cuando estoy bien y me responde el cuerpo, y en una media, me resulta especialmente gratificante, y más cuando es tan multitudinaria y puedes jugar con tanto rival. En el Km 4 doy alcance al trio de Richard-Carlos-Sergio, que si se colocaron en primeras filas y que salieron en consecuencia más de 20 segundos antes. Sigo haciendo cambios y me voy solo hacia un grupo con tres 'gigantes' que creo me irán muy bien cuando se gire en redondo por la NII y nos comamos el viento de cara, pese a que no ha sido muy intenso.

Estos fueron mis momentos más pletóricos de fuerza, con acelerones que sabía me podían pasar factura. Por detrás, Richard y el resto de amigos, aceleran para alcanzar mi grupo consiguiendolo en el 11 aproximadamente. Paso el 10.000 a 37 pelado, que es muy rápido para las pretensiones iniciales y para lo que me empiezan a doler las piernas.

De regreso a Mataró, a partir del km 12, bocamoll se vuelve loco y decide tirar del grupo escapándose. Esa aventura tensa bastante el grupeto y paso algunos apuros hasta el kms 17 en el que sin saber todavía porqué, decido apretar e irme solo de un grupo muy grande. Sabía perfectamente del tortazo final de los últimos 1.500 metros en subida, pero me daba igual. Quería correr rápido mientras podía y mientras era llano. Sabía que la subida se me iba a atragantar pero así sería de todas todas. Me escapé del grupo un trozo largo, pero acercándome al 20, Bocamoll apreta los dientes para alcanzarme, y en la subida se va con Richard y dos más.

Bocamoll Lopez Fernandez tirando de la cadena y del grupeto para darme caza en el km 19...

No me puedo quejar ni de mi rendimiento en ese momento de fatiga muscular y con la subida final. A penas me descolgué unos metros que pude recuperar al final, adelantando a la segunda fémina (la primera con la sangre de los Calduch, imposible...) quedandome MUY cerca de bajar de 1.19. Al final 1h 19 minutos 15 segundos. Según mi crono tres segundos menos, pero bueno...
Lo que me da rabia es que las clasificaciones de carreras, normalmente, las ordenan según el tiempo 'absoluto', el del pistoletazo de salida, pero el real, el que marca las dos alfombras del chip, lo ponen como referencia pero no sirve para nada, pues no sacan la clasificación corregida y, por ejemplo yo, pierdo 6 puestos respecto a si hicieran las cosas bien. Hubiese entrado el 51 y me dieron el 56... (menos mal que iba sin presión de resultados... jeje)

Esta es la segunda hoja; la primera se acaba justo conmigo. La he pirateado de un perfin de Facebook y no tengo la 'mia', pero al menos se el 'negativo' de la foto...

En fin, dejo de escribir que no tengo fotos para amenizar el tema... un saludo a todos.

Sin tanta subida final y sin los cambios de ritmo que yo mismo había realizado, hubiese bajado sin duda de los 19 minutos, pero de ninguna forma me quejo ya que he sido muy valiente con mis tiradas 'palante' saltando de multitud de grupos aún a sabiendas que no iba al ritmo que a priori iba a poder aguantar.

Recontento estoy.

martes, 30 de noviembre de 2010

Actualización II: CARRERA VERTICAL

Segunda entrega de la actualización pendiente del blog tras este improductivo fin de verano-inicio de otoño.

RETROSPECTIVA:
Verano de 2003
- Barcelona. Juegos Mundiales de Bomberos y Policías. Una semana inolvidable para mi. Lo más parecido a unas olimpiadas en lo que seguramente podré participar en mi modesta vida como deportista aficionado. Más de 10.000 competidores, inauguración en el Estadi Olímpic de Montjuic, desfilando por la misma pista....
Una ola de calor sahariano azota la ciudad condal con temperaturas superiores a los 35 grados. La prensa se concentra espectante ante la que se corona como prueba reina de los juegos: la Stair Race.

No era mi primera participación en unos juegos de este tipo. En Indianàpolis 2001, ya participé en diversas pruebas, pero no conocía esta en concreto. Un mes antes de la cita barcelonesa, regresando de mi despedida de soltero (...), empalmé directamente con un 'test' que consistía en subir las 40 plantas de la Torre Mapfre, escenario de la carrera, equipado hasta las orejas de bombero... Este es el 'techo' arquitectónico de Cataluña. No había probado nunca la experiencia, pero llevaba bien la preparación del triatlón. Diversos compañeros de Bombers de Barcelona ya habían estado otros días entrenando y incluso alguno había competido en Indianápolis en esta prueba.
El resultado fue gratamente sorprendente al realizar el mejor tiempo de todos con cierto margen, haciendo 5' 40'' aproximadamente. Si en aquellas condiciones había rendido así, parecía que se me podía dar bien el evento...

Llegó el día de la verdad y el calor era extremo. Muchos nervios ante el reto. Desde la base de la torre se veía muy alta la azotea. Además, una característica poco usual en esa escalera era la longitud de los tramos de escalera, pues lo habitual es que hayan dos tramos por planta, y en este caso era único, incrementando la dureza.

En lo alto de la azotea, sin poderme ni levantar y escondiéndome del sol...

El resultado no pudo ser mejor para mi. 5'01'', mejor tiempo de la prueba, a distancia del segundo y tercero. Una medalla de 'oro' que me sabía a gloria. La repercusión mediática fue enorme para lo que me podía imaginar. Televisión, radio y prensa gráfica de los primeros medios. Todos interesados por el triunfo.

Podium, junto al que sería mi verdugo en los siguientes juegos (a mi derecha), i toda una institución en este mundillo, el sargento Gomez Milara de Madrid.

El éxito me hizo convencer que tenía cualidades para esto y no dudé en prepararme de nuevo para los siguientes juegos en el 2005 en Quèbec (Canadà). Allí tenía un importante handicap; el día anterior a la prueba, competía en Triatlón, en un circuito distancia olímpico, sin drafting, y con un perfil muy exigente. Hizo un día también de mucho calor y me estruje al máximo para ganar en triatlón la medalla de plata. Parecía difícil poder rendir al máximo en menos de 24 horas y en una prueba tan explosiva y tan exigente a nivel muscular.

Equipado a la espera de la dura subida canadiense...

Sin embargo, nuevamente me sorprendió mi capacidad en subir escalones consiguiendo el oro en mi categoría (senior A), y el segundo mejor de la general, precisamente tras el medallista de plata en Barcelona(Víctor Tornero). Además, en la subida sin equipo de intervención y en la combinada por equipos, me hice con algunas medallas más...

Podium senior A junto a un polaco y al madrileño que fue segundo mejor tiempo en la general de Barcelona (los bomberos de Madrid no viajan sin la bandera española...)

El nacimiento de mi hijo Tiago en marzo del 2007 truncó mi cuarta participación consecutiva en unos juegos mundiales de bomberos y policías, y la oportunidad de revalidar el oro en la especialidad. En aquella ocasión, la ciudad australiana de Adelaida era la escogida para la cita mundial.

Tocó esperar a la edición del 2009 en Vancouver (Canadá), para volver a intentarlo. Allí la complicación vino por la precipitación. Si al largo vuelo transoceánico con escala le sumamos la impotencia para dormir en el albergue para jóvenes juerguistas del centro de Vancouver en el que recaímos, el hecho de estar ya con el dorsal puesto a las 8 de la primera de las mañanas, hacía las condiciones muy poco idóneas. No obstante, tampoco puedo quejarme de mi rendimiento al conseguir lo que no había conseguido nunca antes: un oro y una plata individuales en la especialidad. La plata en la subida equipado, el oro sin equipar. Hubiese preferido intercambiar medalla y mantener mi 'dominio' por tercera vez consecutiva, pero así es el deporte. Un canadiense del mismo Vancouver imagino que estuvo entrenando duramente en el mismo Hotel Sheraton escenario de la carrera durante largo tiempo. No obstante, esa plata me sentó muy bien!!

Podium SeniorB, juto al lugareño canadiense y al popular 'Ruso' de Madrid, una roca...

Pero el germen de la carrera vertical ya me había infectado y mi faceta organizadora brotó rápidamente poniéndome manos a la obra en busca de algún colaborador. Joan Valbuena fue el aliado perfecto, y la encomiable ayuda de Fernando Gonzalez, gerente de la empresa AIRBOX, junto a la predisposición del Hotel Hesperia Tower, permitieron hacer realidad un proyecto, el de la carrera vertical del Hotel Hesperia Tower, que busqué organizar como previa al mundial de Vancouver.

La prueba fue un éxito en su día. Sin prepararme ni calentar, habiendo dormido un par de horas como máximo y teniendo que montar, dirigir y ponerle voz al evento, me lancé a subir la torre consiguiendo un nuevo oro en mi categoría, y el tercer mejor tiempo a 6'' del que poco después se coronó como rey de las escaleras en Vancouver haciendo el mejor tiempo de la carrera: Mario Verdugo.

Podium Senior B con 'mochila' a cuestas...

Haciendo pues un balance de la relación inversión en entrenamiento-resultados, no he conocido en mi vida nada igual. Es por ello que para mi la 'Stair Race' será un referente que me acompañará siempre en mis recuerdos, y que me hará sentir un poquito importante dentro de mi convicción de que la clave de mi éxito es la reducida población deportista que se prepara para este tipo de pruebas.

Tras estos 6 años alimentando esta idea en mi cabeza, este año quise dar un paso adelante y conseguir como fuese un primer Circuito Nacional de Carrera Vertical en España. No hay ninguna duda que a nivel mundial, en España es donde nos hemos tomado más en serio este tipo de carreras para bomberos y prueba de ello es que el 80% de los podiums tirando por lo bajo en los campeonatos mundiales, son ocupados por profesionales de nacionalidad española.

Pensé que era hora de volcarme en mi faceta organizativa y dejar un poco de lado la deportiva. En un principio tenía claro que no debía participar en ninguna etapa del circuito si quería 'garantizar' mi trabajo como director de competición y speaker. Por ello no entrené un solo día ni me llevé el traje en la primera de las etapas. No obstante, y esto tendrá que ser harina de otro costal, no pude resistirme a participar ni en Valencia ni en Hospitalet.... (próximamente más detalles...)


Momento anaerobico muscular y cerebral en Valencia...

lunes, 15 de noviembre de 2010

ACTUALIZACIÓN I. Debacle ibicenca

Son muchas las cosas que me han ocurrido desde la última entrada personal. Por falta de tiempo, cansancio, desidia, he dejado pasar muchos días perdiendo seguramente buena parte de los posibles lectores de este humilde espacio cibernético.

Intentaremos ir por partes. Lo primero que me gustaría plasmar en este post es las vivencias ibicencas. Como muchos sabéis, el último fin de semana de octubre tenía lugar el Campeonato de España de Triatlón de Larga Distancia. Era una fecha inusual. Más bien inédita para una prueba de esta exigencia.


La temporada de triatlón cada vez empieza antes, y prolongar la capacidad mental hasta, como quien dice, el invierno, es muy complicado. Fruto de este handicap, la inscripción a la prueba ya no fue la esperada por los organizadores, con Juanjo Serra (mis felicitaciones como organizador 'diez' tras tantos años al pie del cañón), y muchos de los especialistas nacionales, tiraron la toalla antes de tiempo. Yo mismo, ya estaba en el mes de abril corriendo el triatlón B de Banyoles... y siete meses después, había que estar 'fresco' y motivado al máximo ante tan importante cita.

El C.N.Prat era el campeón vigente de la especialidad, y me sentí obligado a hacer todo lo que estuviese en mi mano para luchar por revalidar semejante honor. Era un reto difícil de antemano, lo sabíamos, principalmente por la fecha. En el equipo cuento con compañeros con un potencial enorme para afrontar con ciertas garantías una carrera de estas características, pero en la recta final del verano, las cosas no pintaban demasiado bien.

Haciendo un barrido de los 'candidatos' a presentar batalla en Ibiza, ya se podía uno hacer una idea de lo que podría suceder, pero a cabezón y pretencioso, me ganan pocos:

- Dani Fernandez Ledesma: Tercero en el Campeonato de España absoluto 2009 L.D élite, y ganador del Ironcat 2010. A priori uno de los pilares del equipo para Ibiza, pero su complicada vida profesional le habían dejado sin capacidad de entrenamiento con garantías, sin lo cual, no tenía sentido plantearse la participación.

- Richard Calle: 6º absoluto élite en el europeo de la misma distancia que Ibiza y campeón de su grupo de edad en el IM de ZUrich. Todo ello este mismo verano. Otro pilar básico del equipo. Pues una lesión derivada de la caña del mes de julio lo aparta del asfalto hasta mediados de septiembre. Va muy falto de entrenamiento, tanto en volumen como en calidad, y la mente no funciona igual cuando sabes que no estás al 100%.

- Sergio García: revelación 2009 en larga distancia nacional llevándose el ránking nacional del año, y haciendo 5º absoluto en Vitoria 2009. Otro valor seguro. Nuevamente se complicaba el potencial tras su decisión en el mes de abril del mismo año de dejar la larga distancia de forma indefinida. Nunca llegó a mentalizarse al 100% según mi opinión de lo que iba a suponer Ibiza, y sus volúmenes globales no se acercaron a lo que había sido el año anterior, pese a que durante la última fase de la temporada había rendido a muy alto nivel en corta distancia.

- Carlos Lopez: Con un nivel físico francamente envidiable, era para varios de nosotros el más fuerte del equipo con diferencia. Llegó al IM de Zurich con estado de forma similar al de Richard, pero las cosas no salieron como esperaba y no pudo acabar la prueba. Mal síntoma de cara a un triatlón tan complicado como el que se avecinaba en Ibiza.

- Julio Cardo: Su objetivo 2010 era Hawaii, y el gran potencial físico que le caracteriza, se había volcado en la planificación, cumpliendo casi a rajatabla lo establecido. Dos intentos en IM oficiales, y dos desesperanzadores resultados. En el primero, caída ciclista cuando ocupaba las primeras plazas de su grupo y llegaba a la T2, y en el segundo, sus problemas con los cartílagos en la rodilla lo anularon en los últimos 30 kms perdiendo toda opción. La fuerza física la tenía, el entreno, también, la fuerza mental, no le faltaba, pero la salut lo dejó fuera de las quinielas para Ibiza.

Hasta ahí, un poker de ases truncado. Apuntalando el equipo, tuve la visión de tantear al gran Xavi Bellón, un diamante en bruto que tan solo le falta conocerse más en larga distancia y confiar más en su calidad para dar una gran campanada. Ya sorprendió a más de uno (a mi no) en el durísimo doble olímpico (y más...) de Balaguer. Le cuesta confiar también en su preparación física previa, pero poco a poco creo que se conocerá mejor y nos dará más de una alegría.

Otro tanteo fallido fue el de Albert Reig, una joya triatlética polivalente total, que estoy convencido que está capacitado para hacer top10 nacional élite como mínimo cuando se lo proponga y su profesión-familia se lo facilite... Dichos contratiempos le obligaron a olvidarse del reto pese a tener plaza élite tras su actuación en Arinaga 2010.

Y después de todos ellos, estaba yo, un tipo rústico que sustituye calidad física por empeño, ilusión y capacidad de sufrimiento en el tiempo, que no en la intensidad. Llevo años en esto de la larga distancia y he tenido mis momentos de gloria personal. Se que no podría ser yo quien diera el triunfo o el puesto de honor al club, pero sabía que según se terciara la historia, podría aportar mis cualidades en ese apuntalamiento de resultados, con lo que yo me quedaría más satisfecho que nadie.

Me volqué en la organización logística de la expedición y en convencer a la comisión de triatlón del equipo de lo conveniente del desplazamiento en bloque y las cosas salieron mal. Esto es deporte y no matemáticas. Puedes tener una prueba ganada y perderla estrepitosamente en un abrir y cerrar de ojos. Y si a ello le sumas que dos potencias nacionales como Lagunak y Fluvial de Lugo se arman hasta los dientes para ponernos muy difícil el reto, las cosas se hacen muy cuesta arriba.


El día amaneció con malos presagios, con un fortísimo viento, frío y agua. La combinación que más pueda odiar personalmente. Lo cierto es que estoy de mala racha. En mi única participación en el IM de Lanzarote, me tocó uno de los dos años de más viento de la historia de la carrera, en el Ironcat de este año, tres cuartos de lo mismo. En Roth 2000 y 2008, lluvia toda la carrera al borde de la hipotermia. Soy un triatleta muy malo en bici y sensible al frío más que la media, y solo hay que seguir mis resultados en esas condiciones.


El mar también andaba revuelto y modificaron sentido y número de vueltas para contrarestar un poco las dificultades. Así pues, nadar no fue muy agradecido. Y lo que vino después, peor. Me tocó un día malo físicamente. Seguramente quedé mermado tras la última semana, en la que tuve un fin de semana demoledor en la organización de la Carrera Vertical de Valencia, y la semana fue de estres total cerrando mil temas que iban a quedar truncados en mi desplazamiento de cuatro días a Ibiza teniendo que viajar con mi hijo de 3 años y yo con lo que ello conlleva.

Después de exponer mis excusas, reconocer que mi rendimiento sobre la bicicleta es para ponerse a llorar con el penúltimo peor parcial del grupo élite (y quien sabe si el que gané tubo algún pinchazo o peor...). Era un trazado duro. Nada de llano. O subida o bajada, con mucho viento, terreno mojado peligroso, llevando ruedas aero que multiplicaban el peligro con la pista de carbono que no frena nada fino... en fin, un drama.


Y la carrera a pie... allí donde creía estar mejor, con más potencial de maquillar desajustes previos, con buenos entrenamientos previos. Pues nada. Aparición del dolor del neuroma, con menos intensidad que otras ocasiones, pero machacando el cerebro. Salí a correr cuando me doblaba el lider de la carrera. Decidí seguir su ritmo y lo conseguí durante un buen rato, hasta que ví a Richard parado estirando el isquio... Ya era el segundo en poner fin a su participación en Ibiza y pasaba a ocupar el tercer lugar del equipo. Tal responsabilidad me hizo ser un poco más conservador para administrar de la forma más rentable posible mis fuerzas. Debía hacer la primera vuelta a modo de reconocimiento personal y del trazado. Iba recuperando terreno a mis dos compañeros y a un buen número de contrincantes, pero no me encontraba tampoco en un buen momento. Cuando ví que Carlos se desinflaba, mi mente dejó de ayudarme a aguantar el dolor, cansancio y falta de rendimiento del día. Cuando lo vi abandonar, ya fue definitivo. No tenía sentido para mi seguir sufriendo a ese nivel en la última vuelta de 7.5 kms y el bajón fue evidente.

Cruzé la linea de meta muy tocado moralmente. MI rendimiento personal había sido de los peores en una prometedora carrera en la que creí que yo no pagaría la factura de las fechas y al final la pagué más que la mayoría de contrincantes. 7 horas 26 mintos; el peor tiempo en distancia C de los nueve que he realizado, entre ellos dos veces Niza en su etapa incial, en la que a parte de comerte unos puertos del copón, hacía calor infernal en la carrera y se hacían 10 kms más en bici.
A ello sumar la debacle del equipo que pasaba de ser campeón de España a ni aparecer en la clasificación élite.

Desde aquí pedir perdón al mis compañeros de equipo que no finalizaron la prueba y que no fueron tratados de los mejores modos tras aquel momento. Sabía que a ninguno le había pasado nada grave que les hubiese dejado fuera sin ninguna opción, pero uno no puede creer que todos reaccionan igual ante los acontecimientos ni todos pueden valorar las cosas con el mismo rasero.
Todos hemos aprendido, creo, bastante tras el batacazo

viernes, 15 de octubre de 2010

Carrerón Escaleras!!!

Llevo infinidad de horas invertidas en la organización del 1er Circuito Nacional de Carrera Vertical, entendido como carrera de escaleras en diversas sedes. Pronto tendrá lugar la primera etapa en Valencia el domingo 24 de noviembre.


Será en el Multiespacio AQUA de la capital valenciana, un centro comercial situado justo frente a la ciudad de las Ciencias y las Artes. Dos semanas más tarde, el domingo 7 de noviembre, en el Hotel Hesperia Tower, la segunda y última etapa, en un marco incomparable para este tipo de eventos.

En ambas etapas, de similares características en cuanto al trazado y altura máxima de coronación, habrán dos pruebas consecutivas: una primera para bomberos en los que el ascenso será con equipo de intervención completo, y otra open, abierta a cualquier participante que quiera experimentar nuevas sensaciones.

Las inscripciones todavía están abiertas!!!!

Todo partipante contará con préstamo de chip para las exactas clasificaciones que se tratarán, seguro de accidente, desayuno, camiseta técnica Sport-Zone, y optará a los números premios por categorías (trofeos y medallas), y a los premios especiales en la prueba de Hospitalet y como ganadores de circuito (la suma de ambas pruebas), consistente en noches de hotel en un 5* como el Hesperia Tower y/o una comida para dos en el superexclusivo restaurante EVO que reposa en la cúpula del propio hotel Hesperia Tower.

lunes, 11 de octubre de 2010

Recarga y descarga de pilas

Ultimamente me estoy columpiando bastante en cuanto al mantenimiento de este espacio... Si ya tenía pocos seguidores, los voy a perder todos. Pero no se que me ocurre que no llego a nada. Tengo que dejar de intentar abarcar tantas cosas y centrarme en las que más resultados puedan darme... a ver si lo consigo.

Mientras tanto, este mes de agosto-septiembre ha sido deportivamente hablando difídil. No quiero quejarme más que otros con seguro que muchas más dificultades que yo para mantener su estatus de triatleta, pero las vacaciones de mi hijo Tiago, y las que hemos hecho en septiembre, limitan las posibilidades.

Mi rendimiento ciclista desde junio cayó empicado (solo tengo que acordarme de Balaguer...), y todavía no lo he recuperado pese a los cientos de quilómetros (Embrun incluido). Creo que me hacía falta un descanso y en cierta forma me lo he tomado en las dos estadas de varios días en plena naturaleza que me he cascado. Si primero fue en la comarca del Alto Palancia a finales de agosto, la segunda quinzena de septiembre, estuve en Cala Montjoi, en pleno Cap de Creus.


Esta cala es conocida mundialmente, o así lo creo yo, por albergar uno de los restaurantes más exclusivos del mundo, El Bulli. Llamarme lerdo o descerebrado, pero me presenté allí una noche a pelo, diciendo que si tenían una cancelación de última hora durante esos días, se acordaran de mi número de teléfono... Aplican una tarifa prohibitiva, pero una vez en la vida... pasa. Son 300 leuros del ala para empezar, y bebidas a parte, y ya te digo yo que con semejante menú degustación no debe quedar muy bien pedir agua... Al final no llamaron... menos mal...

Lo que si hice, fue hinchar el buche hasta el borde del colapso gracias o por culpa del buffet libre de desayuno-comida-cena que había en el complejo. No era el Bulli... pero con vista podías llegar doblado a la caseta donde descansaba.

Han sido unos días de ingesta y descanso, con más entrenamientos de los que a priori esperaba. 14 horas en la semana. No está mal para ser vacaciones. Me llevé la burra y pude sufrir en mis carnes la dureza del territorio, con múltiples subidas y fuerte viento tramuntánico... En el agua iba alternando neopreno y pelo en pecho, aunque con un agua que llegaba, o no, a los 20º tan solo, más de 30 minutos de permanencia se hacían duros duros.

Lo más destacable fue para mi la carrera a pie, por pistas y senderos muy bonitos y duros a su vez por falta de constumbre alpina, que me hicieron, por ejemplo, ir y volver hasta Cadaqués en poco más de dos horas. Según el cocinero del buffet, que además era mago aficionado, habían más de 30 km totales en el recorrido... Otro día corrí por el camino de ronda de Rosas y otro por unas sendas que llevaban a unos acantilados impresionantes por los que casi me despeño por culpa de la bestial tramuntana. Un par de salidas en piragua y una immersión en unos 'secos' muy ricos en fauna piscícola, completaron mi sección deportiva del viaje.

A punto de ser empujado por la Tramuntana en uno de los acantilados del Cap de Creus...

El rigor de la naturaleza me dio más fortaleza: frío en el mar, frío en el aire, viento, desniveles radicales, sol implacable.... y MEDUSAS!!. En todos estos años de natación en solitario por el mar, nunca había sufrido una picada de medusa en toda regla, y el primer día me topé con una pequeña zorr.. marroncita, con largos tentáculos, que me dejó la cara como un mapa. Llevaba las gafas rayadas y empañadas y no veía demasiado. Además la zorr... iba superficialmente y pese a ir con neopreno, gorro y gafas en ese momento (menos mal...), noté como un latigazo bestial bajo el ojo y hasta la oreja. Estaba a unos 1000 metros de la playa y tuve que nadar con rabia de regreso para poder ponerme vinagre... Lo único que tenía a mano. Luego me puse pasta de dientes (un remedio inexplicable que va de muerte para las quemaduras), y se suavizó el dolor, pero la herida-costra ahí quedó.

A punto de zarpar el barco... como veis un solo remo, tres ocupantes. Notense las conseqüencias de la medusa en mi cara.

El balance final ha sido muy gratificante y positivo para recargar mis pilas, recomponiendo materia prima corporal en el buffet, y neuronas en el catre.

Desde que regresé, las cosas han vuelto a la normalidad y ya duermo poco, como peor y me encuentro más hecho polvo...

En mi primer entreno marino tras mi estancia en la Costa Brava, increíblemente, me volví a 'tragar' otra medusa superficial. Por suerte llevaba la boca cerrada y no era de picada tan agresiva como la otra especie. Esta semana he pillado un virus procedente de mi maravilloso hijo que me ha dejado aun más KO de lo que estaba, y ahora las lluvias presagian nuevas dificultades de cara a los pocos días que restan ya para mi último objetivo del año, el Home de Ferro.

Mi participación en Ibiza ha podido ser como elite gracias a la federación catalana y espero poder estar ahí por si fallan los cuatro gladiadores con los que partiremos a las pitiusas con un objetivo bien claro y ambicioso: revalidar el Campeonato de España de Larga Distancia de triatlón.

sábado, 18 de septiembre de 2010

La llegada de una MAESTRA

Normalmente dedico mis textos a cuanto me acontece en esta curiosa vida de un triatleta amateur como yo, pero en esta ocasión, voy a destacar una noticia que me toca también de lleno, y es que mi club del alma, el C.N.Prat, cuenta desde hoy con los servicios técnicos de la mismísima PILAR HIDALGO. Tras la retidada del panorama triatlético de Ivan Muñoz, el club se puso manos a la obra para conseguir alguien del máximo nivel.


Se manejaron diversas opciones y finalmente se llegó a la decisión por mayoría de confiar nuestro futuro en esta gran triatleta élite que cuenta con uno de los palmarés más potentes del triatlón nacional:

• 13ª en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004
• Campeona del mundo de triatlon (Sub-23)
• Campeona del mundo de acuatlon
• 3ª en el Campeonato de Europa 2004
• 8 podiums en Copa del Mundo
• 6 veces Campeona de España

Se puede decir que Pilar es una de las 5 grandes triatletas que hasta la fecha ha dado el triatlón nacional junto a la lejendaria Maribel Blanco, Ana Burgos, Virginia Berasategui y el actual referente femenino, Ainhoa Murua. Hay otras chicas de alto nivel, pero estas cinco, sin duda, son el pasado el presente y en algún caso el futuro de este deporte.

La ilusión de Pilar en esta nueva etapa como entrenadora del Prat, nos ha contagiado a todos y esperemos alcanzar aún más triunfos en las próximas temporadas.

Por mi parte, intentando recuperar las ganas y sensaciones para participar, si retomo lo perdido, en mi última aparición del año, el Home de Ferro. Será complicado, pues he estado todo el mes de agosto bajo mínimos (con la excepción de Embrun...), y en septiembre, vacaciones familiares me han condicionado. El promedio de horas semanales desde Embrun es tan pobre que no llega a 10 horas. Así no puedo confiar en ningún resultado decente, y más si le sumo los dolores que siento desde hace meses en mis piernas y articulaciones. ¿Estaré llegando al final de una época?.

Para la temporada que viene, aunque ni yo mismo pueda creermelo, paso a categoría Veterano 1... Hoy tengo 38 años, pero en octubre del 2011 cumplo 40 años... Cuesta creer cómo pasa el tiempo. Empecé con 22 'añitos' en el tri y tras 'toda una vida' como senior, paso a otro estadio, por suerte, con gran competividad todavía... jeje.

martes, 7 de septiembre de 2010

Debacle en Banyoles


Doble decepción en Banyoles. Hacía 16 años que participaba por primera vez en este clásico triatlón del circuito catalán. Han cambiado muchas cosas desde entonces. Número y nivel medio de triatletas, material, indumentaria, estado de forma... pero lo que no ha cambiando ha sido mi ambición.
Nunca fui un engreído en cuanto a mis resultados, pero si totalmente competitivo. Me gusta quedar lo mejor posible, y no solo yo, vibro por mi equipo.
Viajaba a Banyoles sin confianza respecto a mi rendimiento esperado. Sabía que tras lo mal y poco que he entrenado este verano no habrían milagros, y así fue. Nadé peor que como lo había hecho en Mataró y Balaguer B, empecé bien con la bicicleta aguantando las primeras embestidas de mi grupo, pero acabé quedandome de uno y otro grupo, con momentos muy lamentables en los que pedaleaba 'roto' por las cuestas. 1 h 11 minutos es un parcial muy pobre. De la carrera a pie, no me quedó mal sabor de boca, pues pude correr rápido para lo que había hecho, y adelanté a mucha más gente que me adelantó a mi. Los 41 minutos finales, no son reales ya que todos hicimos varios minutos más de lo habitual allí. Mi final progresivo y yendo a más, todavía maquillan algo más el resultado. Entrar el 51º de cerca de 900 triatletas, tampoco es para ponerse a llorar.
Pero mi mayor decepción ha sido en el rendimiento del equipo. Es fácil cuando uno ya no es de los que hacen puntuar, pero venía con toda la ilusión del mundo para conseguir proclamarnos campeones de Catalunya y de rebote de la Liga Nacional Catalana y no va a poder ser.
Bajas muy importantes del equipo de última hora y de no tan última (nada que objetar por mi parte), y un triste episodio en el que mi nueva apuesta para el equipo, Rodrigo Torres, estando peleando por el podium absoluto, tuvo la desgracia de sumar la falta de indicación en uno de los últimos giros, con la desinformación del agente motorizado de los Mossos, y la incomprensible falta de decisión de sus compañeros de fuga.
Todo ello y el desfallecimiento de otros de los puntales del equipo se transformaron en un cuarto puesto que me sabe a poco dadas las espectativas...
Otro año será!!!!

lunes, 30 de agosto de 2010

FLYING

Salto del tigre en una poza del río Palancia, cerca de su nacimiento. Espectacular...

Tras un paréntesi de cinco días en el Alto Palancia castellonense aislado del mundo (sin cobertura celular ni de red), regreso al hogar sin tener claros mis objetivos deportivos. El Embruman me sirvió para apuntalar la temporada veraniega, pero realmente, la base se ha debilitado demasiado desde mi participación en el Ironcat en mayo. Desde entonces, he ido en una clara curba descendente en calidad de entreno y volumenes totales.

Sin ir más lejos, esta semana pasada ha sido la de menor entreno de la temporada, sin llegar ni a las 4 horas de actividad física deportiva, y si voy sumando a lo que hay detrás... se entiende porqué estoy tan bajo físicamente. Tengo dolores en rodillas (anterior y posterior), y las velocidades de entreno asumibles son tristes...

Me he apuntado a Banyoles este sábado por un solo motivo: presenciar la posible actuación histórica de mis compañeros de equipo, pues está en nuestra mano ganar por primera vez el campeonato de Catalunya absoluto, y de rebote, casi asegurar el primer lugar de la Liga Catalana de Triatlón, otro puesto inédito para el Prat en todos estos años. Vale la pena hacer el ridículo entre el millar de participantes que se esperan en la capital de L'Estany. Me había planteado ir sin competir, pero no me da ningún miedo perderme en la clasificación sabiendo mis limitaciones actuales y que esta prueba nunca se me dio bien por sus características.

Me olvidé de hacer un pequeño ANALISIS DEL EMBRUMAN resumido como información a futuros competidores...

Quien haya leído la larga crónica, puede deducir ya muchas cosas. En resumen la califico como altamente recomendable, aunque solo sea una vez. Es diferente a todas las demás.

Ventajas:

- La satisfacción de cruzar la línea de meta aquí se multiplica por las complicaciones extras que depara.
- Dada su dificultad, te olvidas de la marca y 'disfrutas' algo más de la prueba en si.
- Su precio es más que competitivo.
- Puedes demorar, por el momento, la inscripción sin penalización, hasta prácticamente un mes antes, o incluso menos (como este año, que se prolongó hasta fin de julio).
- Paisajes únicos en el sector ciclista.
- Implicación de los espectadores muy alta.
- Abundancia de avituallamientos, pese a que incluyo en inconvenientes parte de su contenido.
- Bebida isotónica 'natural', a base de zumo de limón, sal, azúcar,... A mi por lo menos me sienta infinitamente mejor que los preparados comerciales. Quizá no es la fórmula exacta, pero no me atacó el abdomen para nada.
- Relativa cercanía a Barcelona, a menos de 700 km y con la posibilidad de ir en coche en media jornada.

Inconvenientes:

- Incomodidad en boxes (colocación de la bicicleta muy cutre y hasta con cierto riesgo de darle algún trompazo incluso).
- La prueba se inicia una hora antes, lo que te hace sin lugar a dudad dormir una hora menos, y te añade la incomodidad de moverte de noche en los instantes previos e iniciales de la carrera. A algunos les puede parecer atractivo, pero a mi no me interesa demasiado esa 'novedad'.
- Avituallamientos demasiado 'rústicos', con carencia casi completa de barritas y lo que es peor, ausencia total de geles, especialmente en la maratón, por lo que a quien le interesen, ha de llevarlos consigo. En esta linea, otro problemón para mi estrategia de carrera el que no den botellines ni vasos no retornables. Si volviese, llevaría un botellín en la mano todo el camino con tapón para ir rellenando, pese a que pierda esos segundos en cada llenado.
- Maratón duro por su perfil y su trazado, ya que además de las cuestas del pueblo, en una parte importante, discurre por una carretera de toboganes bastante solitaria que te mina en cierto grado la moral.
- Escasa oferta de alojamiento en el pueblo y alrededores.
- Clima de alta montaña. Imprevisible y extremo.
- Muy justita zona de recuperación postcarrera. Te hacen pagar por cualquier servicio que precises de asistencia; desde masaje hasta suero. Esto ya está pasando en otras pruebas, pero considero un error importante de la organización. La comida postmeta, tampoco es digna de una prueba así de dura y larga.

Parecen muchos inconvenientes, pero el resumen es, como digo, más que aprobado. RECOMENDABLE, eso si, muy diferente de un IM comercial clásico.

martes, 24 de agosto de 2010

Embrun, la crónica


Hace más de una semana que regresé de los Alpes y mañana me voy cuatro días a desconectar del mundo a la comarca del Alto Palancia, como intento hacer cada año por estas fechas. Serán cuatro días sin internet y casi sin teléfono, pues es una zona de baja cobertura. Ideal.

Mi nuevo reto Ironman empezaba antes que otras veces. Empezaba en la caravana quilométrica de la Jonquera la víspera anterior a la prueba más dura a la que me había enfrentado jamás. Lo contrario de lo aconsejable. Según mi experiencia, es ideal llegar al menos dos días antes y estar lo más tranquilo posible, asimilando el entorno, adaptándote al clima, descansando, ...

Y no puteando en solitario dentro de un espacio confinado, apretando y soltando embrague y freno de forma agotadora. Mi llegada tardía y fuera de toda previsión se palió en parte por la colaboración de mis compañeros que sí seguían los cánones, alojados por la zona desde el jueves.

Llovía y hacía frío. Lo peor que me puede pasar en una prueba así. Prefiero viento fuerte y calor asfixiante que frío y agua. Y que le voy a hacer si yoo, nací en el Mediterráneo...

Las horas que me tumbé, fue en una tienda de campaña bajo la lluvia; inédito en mi trayectoria de larga distancia, pero he de reconocer que no estuvo tan mal gracias al colchón de cama que estrené esa noche y que ocupaba las tres plazas traseras de mi coche...

Bien, hecho el inciso, el exceso de faena que me tocaba realizar en la entrada a boxes al no haber efectuado el checking cuando tocaba (creo que fui el único del millar de triatletas), me hizo tardar demasiado en colocarme en la playa del lago. Para acabarlo de adobar, la noche cerrada complicaban la orientación.

No era la primera vez que iniciaba una prueba así en la oscuridad. En mi debut en la distancia, en el Home de Ferro del 99, unos 150 neoprenos se lanzaban a las oscuras aguas de la playa de las Figueretes, tras dos piragüistas con luces destelleantes rojas. En este caso, ni sabía como marcaban la orientación, y lo que era peor, estaba en última fila a dos minutos de la salida...

Me hice sitio avanzando por la derecha, pensando que sería el mejor camino para nadar limpio, pero fue un error. Primero porque no llegué nunca a la primera fila; me quedé en la segunda y la linea de salida se convirtió en un embudo que todavía me hizo perder más posiciones. Luego intenté progresar por el exterior, pero estaba completamente desorientado, pues mis gafas oscuras estaban más bien empañadas, y en lugar de ver un solo punto de luz como aquel antaño en Ibiza, se confundían los flashes del público, las luces de las casas del horizonte, con las que se suponía que estaban en las boyas. Solo me faltó encontrarme frente a un espigón rocoso lleno de público que me impedía el avance y que tuve que sortear.

Todo había empezado mal. Tras la segunda boya, iba metido en un grupo más lento de mis posibilidades, y, la verdad, no me apetecía nada escaparme y comerme todo lo que quedaba solo para salir algún minuto antes y luego empezar el calvario ciclista en el que ese minuto se pierde en dos curvas de un puerto cualquiera.


Salí ágil a por la transición, encontrándome a Jordi Vazquez ya vestido de entretiempo empujado por las bajas temperaturas del momento. Mi transición fue mucho más espartana. Tan solo me até casco y me presenté el maiot de Catalunya que llevé, y ya estaba corriendo hacia el matadero. Una vez montado en la burra, me coloqué bien el maiot y me puse las gafas.

La cosa iba a ponerse seria desde el principio. Desconocedor absoluto del circuito más allá de haber echado algún vistazo al perfil las semanas previas, me veo subiendo con todo metido y pedaleando con dificultados a menos de 10 km/h.

Jordi, que salió prácticamente detrás mío, empieza a subir de pié más fuerte que yo y yo le doy mi bendición y me quedo rezagado. Me pasan uno y otro y otro,... Rápidamente me viene a la cabeza las vivencias del triatlón de Balaguer, en el que, pese a ser distancia media, me pasó hasta el último mono. Intento desconectar y forzar las piernas al mínimo. El frío es intenso incluso subiendo grandes desniveles. Hay neblina alpina y la carretera es estrecha. Tan solo mantengo algo la distancia con un vasco que fui viéndome en diversos momentos del circuito.

Intento olvidarme de todo más que de alimentarme por encima de lo que acostumbro, y mirar el paisaje al máximo. Según consejos técnicos, debía ingerir 80 gramos de hidratos de carbono por hora de competición, y eso es mucho en las limitadas condiciones de una carrera como esta. El objetivo era desterrar las rampas musculares que bloquean mis piernas a partir de las 4 horas de esfuerzo específico. Aquí no puedo permitirme ese lujo si quiero acabar, así que pongo mi máxima atención en el alimento y no dar una pedalada de más. Aún así, cuesta no dejarse llevar por tanto ciclista escalador...

Estoy aproximandome al coloso y me acuerdo que llevo el mp3 en el bolsillo y que me podían ir muy bien para combatir el desánimo. Primera competición en la que hay una bicicleta de por medio y me calzo los auriculares. Los aguanté hasta la transición, donde me pescaron y preferí no jugarme nada.

Reventado en el tramo final del Izoard...

Mis peores momentos los paso en el tramo duro del Coll d'Izoard, no la parte final, sinó a 8 kms aprox de la cima, donde los porcentajes son exigentes, llevas más de 90 kms en las piernas. El frío no ha dejado de notarse y he tenido que ponerme los manguitos en el primer puerto sin quitarmelos ya hasta el final. Suegen unos dolores que aún tengo en la parte interior de mis rodillas fruto de la poca agilidad que imprimo al pedalier y de la dureza del mismo movimiento. Las dudas me invaden. Queda tanta carrera y voy tan lento y mal... Lo que no puedo entender es porqué no me han adelantado varios de mis compañeros con lo lento que voy.

En la penúltima curva del puertaco, una estelada marcando el territorio. En lo alto, me paro obligado por el frío que preveo. Aprovecho para comer algo, reponer bidón y DESCANSAR, unos instanes sin darme ni tiempo de disfrutar el entorno, realmente único.

Me coloco mi prenda estrella. Una chaqueta ciclista impermeable, de costuras selladas, que debía minimizar los efectos nocivos de la lluvia en alta montaña. Sin pretender ahora saber más que nadie, en un entorno así, se hace imprescindible llevar una prenda de calidad.

El descenso potente, pero con herraduras que ralentizan la recuperación de la media, que da risa, no, pena, en esos momentos. Durante muchos quilómetros la costumbre de ser pisoteado por decenas de ciclistas en cada repecho, se invierte y voy recuperando por primera vez posiciones.

Tras muchos quilómetros de tendencia descensora, iniciamos el tránsito por algunas poblaciones y es por aquellos momentos que alcanzo a Jordi Vazquez con gran sorpresa, pues mi sensación es de haber perdido completamente la competibidad ante este coloso del calendario anual.

Paso mis mejores momentos viendo como más bien supero que me superan participantes. Mi 'error' de no colocar acople ligero lo voy pagando en cada quilómetro con el perfil suave y el viento frontal que no esperaba del último tercio de circuito.

Llegamos a un repecho en el que veo demasiada gente apostada animando... Pregunto al prógimo y me comenta que apriete los dientes, que toca subir 1,5 km de gran dureza. Me retuerzo en el manillar y consigo superar el obstáculo sin grandes tragedias.

El terreno discurre por carreteras secundarias, en ocasiones con el firme bastante en mal estado. Al menos ello te distrae de tus problemas. A Jordi no le vería más hasta la maratón. Me había comentado que el Izoard le había matado. Modestamente creo que el desarroyo que llevaba no era para Embrun. Por fuerte que estés o te sientas, los quilómetros de ascenso pasan factura si no se conserva al máximo.

Ya solo queda la aproximacion final y el postrecito final. La carretera es mala, pero el desnivel mínimo. En otras circunstancias, no huviese bajado de los 30 km/h en terreno similar, pero ya podía estar contento con los 27 que podía ir.

Mira que estaba avisado. 'Que cuando llegues a Embrun todavía te queda un puertaco...' Pues aún así, me mató. Ves a la gente de más nivel que ya corre la maratón, el sol calentaba por primera vez en el día, justo subiendo, se trata del típico puerto que nunca sabes cuando ha de acabar. Solo falta que un lugareño me cuente falsedades y me haga creer que me queda menos de 1 km para coronar. Le agradezco la info y me encuentro tras una curba que los ciclistas se pierden en el horizonte... Que ganas de acabar!!!

El descenso final, muy malo y lo que faltaba para acabar de trincharte huesos y articulaciones.

Llegaba a boxes. Me daba 'miedo' sentir mi cuerpo al bajar de la bici, pero como en otras ocasiones, podría haver sido peor... Hice una de mis transiciones más lentas de mi vida, sinó la que más. No tenía niguna prisa en la colocación del material y quedaba mucho por delante. Salgo a correr con dos gafas de sol.... ¿Qué me está pasando?. Rectifico antes de salir de boxes.

Y ahora un episodio subrealista de la carrera: resulta que en Embrun se las dan de ecológistas, y ya en el ciclismo te obligan a cangear solo los bidones de la organización si deseas líquido. Hasta aquí, bien, pero que en carrera te hagan correr con un vasito reciclable... NO. Yo pensé que lo del vasito con el nombre de Embrunman era un souvenir de la carrera, pero parecía que no.

Encima, para acabar de redondearlo, resulta que en el primer avituallamiento, a parte de haber Buffet Libre de Red Bull, daban botellines de agua, como esperaba encontrarme en el resto. Visto lo visto, lanzo por los aires el bidón ciclista que por las dudas y ante el mosqueo que tenía sobre esta cuestión llevaba en la mano. El siguiente puesto que vi, te encuentras dos botellas de 2 litros de cola y agua, y sino tienes vaso, toca amorrarte y aguantar. Especialmente curioso era cuando te metias en la boca un chorro de cola sin esbravar... fatal.

Otro problema, los avituallamientos sólidos parecían tratarse más bien de un pick-nick que de una prueba de semejante nivel. Yo me esperaba encontrar alguna línea de geles o similar para mantener los niveles de glucosa en sangre y músculo, pero yo jamás me paré a comer higos, nueces, biscochitos... Tras cuatro avituallamientos sin tomar nada, mi cuerpo empezaba apasar factura. ¿Que podía hacer?

En una de mis paradas a morrear la botella común, volví a interesarme por el contenido del Buffet Libre y localicé terrones de azucar... Suficiente, pensé, y en el siguiente avituallamiento, agarré dos terrones y un bizcochito. El grave problema fue tragarlo... El agua que ingerí fue justo antes (no me podía llevar la botella...), y el cemento armado dipositado en zona subpaladiana no bajaba ni queriendo.

Encima tocaba una extensa zona sin avituallamientos oficiales. No podía más y tuve una visión, o bien mi ángel de la guardia que obró un milagro. En el arcen del camino, un botellín de agua, lleno y con el tapón allí saludandome... Dada mi resistencia habitual a aguas no puras del todo, ni me lo pensé. Me zampé el interior y pasó a ser mi más fiel compañera, llenándola en cada avituallamiento. Ya podía desarrollar mi plan casi a la perfección, masticando un par de tarrones, y enjuagándomela bien con un poco de agüita.


Había empezado la maratón sin ninguna presión ni objetivo, pero viendo como me respondía el cuerpo, empezé con objetivos cercanos y asumibles, 'descansando' en cada subida, que no eran pocas. Cada vez que la pendiente o su duración eran demasiados, me ponía a caminar de forma compulsiva, consiguiendo perder el mínimo en referencia a si corriera, y servía de alivio rentable evidente, ya que cuando volvía a trotar, lo hacía con una soltura importante, especialmente en los descensos, en los que conseguía ir en algún caso por debajo de 4 el km.

Me crucé con el equipo al iniciar las segunda vuelta a pie. Jordi iba relativamente cerca y era para mi una incognita no ser superado, pero entró en juego la autoconfianza y experiencia y pudieron con la juventud y fuerza. La veteranía es pues un grado y conocerse y saberse capaz de superar distancias similares, valen mucho.

Los últimos 5 kms incluso los disfruté independientemente de ser los últimos. Me habían pasado bien pocos corredores y el tiempo que iba a marcar, iba a ser interesante: 12 horas 30minutos. Si me lo dicen antes, no me lo creo.

Felicito desde aquí a todos los finisher en Embrun, especialmente a los pratenses que debutaban o no en este apasionante mundo del martirio humano...

lunes, 16 de agosto de 2010

Intensísimo Fin de Semana Embruniano


Antes de colgar una buena crónica y análisis del Embruman, comento el desgaste sufrido (a 'gusto') durante este fin de semana doblemente festivo: agosto y 15.

Diversas complicaciones me imposibilitaron para salir antes del sábado camino de Embrun, en los Alpes franceses. Allí, cinco compañeros de equipo se concentraban ante el reto de primer nivel de acabar el Embruman. Increíblemente, cuatro de ellos habían escogido Embrun para su debut en Larga Distancia... BUF!!!, que valentía!!

Como ya vaticiné en mi anterior entrada, no tenía ninguna confianza en mi rendimiento alpino, pero me tomé la prueba como un reto, la más dura de las pruebas (de forma figurativa, claro, porque deben haber infinitas posibilidades más potentes por doquier), para ver cuales eran mis actuales capacidades.


Lo peor, el viaje. Solo y comiendome en la ida un caravanón de escándalo, con larguísimas colas en Jonquera y todo el sur de Francia. Llegué demasiado tarde para hacer el checking de la bici y gracias a mis compañeros pudieron recoger mi chip-dorsal y convencerles para que me dejasen entrar el mismo domingo. Llegué cuando llovía con fuerza y hacía frío. Por unos momentos recordé mi calvario en Roth 2008, en el que estuve a punto de tener que abandonar por hipotermia. La vuelta ha sido casi peor, no por el tráfico, que era mínimo, sino por lo cansado que estaba y lo aburrido del mismo (autopista básicamente). Tan solo me he podido estirar en la tienda de campaña de mis compañeros, de 12 de la noche a 4 de la mañana... y la última comida ha sido una hamburguesa del mcdonals con una ensalada pasada...

En la valoración primera de la carrera, muy contento pese a lo mal que lo pasé en bici. Era lo esperado, sufrir y sufrir mientras me adelantaban cientos de participantes impotente. Fue un día en conjunto frío en el que por fortuna a penas llovió. Me resentí bastante de las rodillas que no me suelen doler en carrera y pude maquillar resultado y tiempo gracias a una maratón muy trabajada que ya contaré con detalle.

Realmente creía que mis compañeros de equipo, pese a debutar la mayoría, me dejarían en evidencia a mi y a mis 12 triatlónes distáncia IM del currículum anteriores, pero la experiencia es un grado y pese al potencial de alguno de ellos, acabé 'capitaneando' el grupo, bajando de las 13 horas holgadamente. A priori, firmaba hacer 13:59...

Al final, 12 horas 30 minutos, 125º de más de 755 finishers y no se cuantos retirados.

Ahora estoy en casa, con Tiago y aprovechando para recomponer todo el equipaje y equipamiento. Cayó una gran tromba de agua al acabar, yo, la carrera y todo quedó impracticable de barro.