martes, 5 de junio de 2012

Soy LLOP

Valió la pena. No voy a olvidar fácilmente el fin de semana vivido por Terres de l'Ebre. Tras veinte ediciones de este 'acontecimiento' deportivo, al fin quise/pude estar en la linea de salida. Ya en 1996 descubrí un tríptico en el también mítico triatlón de Jesús en el que se hablaba de la Cursa del  Llop, y ojeando la información, se me encendió la luz. Tenía que hacer algún día esa bestialidad, no había duda.


El cuando fue el problema durante muchos años. Al no tener una fecha fija y no existir internet (quien puede imaginarselo ahora...), siempre llegaba tarde, o no me enteraba, o había alguna otra cita deportiva solapandose. Está claro que uno no puede pretender acabar si quiera esta matada sin estar muy entrenado y sobretodo muy mentalizado. No se puede improvisar de ninguna forma y te hipoteca carreras posteriores.

El 2010 fue el año de inscribirme, pagar y prepararme para ella. Dos días antes, caí enfermo fulminado en cama sin poder ni levantarme. Tener niños pequeños en casa tenía esos problemas, y pese a que me pongo malo una o ninguna vez al año, tuvo que ser aquella semana... En una llamada inextremis al 'capo' de la carrera, Enric, se me concedió el privilegio de postponer mi inscripción un año. Transcurrido ese año, la fecha se acercó demasiado al mundial de policías y bomberos en el que me preparé duramente para pelear por el oro en la carrera vertical, algo que no tiene nada que ver con esto ya que estamos comparando 5-6 minutos de esfuerzo máximo a más de 20 horas, es decir, 1200 minutos...
Rogué entonces un segundo retrase y me fue concedido. Afortunadamente, el mundial me salió rodado y conseguí mi objetivo, así que no podía volver a dejar la oportunidad de participar, de intentar ser LLOP en el 2012.

Alvaro Rancé, mi actual líder espiritual y deportivo, me desaconsejó en principio hacerla teniendo como objetivo deportivo del año el IM de Klagenfurt con elevadas pretensiones, pero no podía dejar pasar una oportunidad así y llegamos a un acuerdo.

Ya dentro de la planificación, lo único que he hecho, sinceramente, pensando en esta carrera, es ir un día a la costa brava a aprovecharme de la amistad del sargento Ros (en mi mismo parque de bomberos), y remar 16 kms para comprobar que pese a mi lesión en la muñeca, podía con esa distancia.

El resto ha sido mi entreno habitual de larga distancia en triatlón, con ausencia excesiva de entreno con desnivel en carrera a pie. No se lo achaco a Alvaro, sino a mi ciudad, en pleno delta y por tanto, más plana que Holanda. Me he acordado bastante de mi nula capacidad escaladora durante estos dos días...


 La cara lo dice todo: fatiga+satisfacción. Atención al trofeo bañado en plata de los Llops...

Pero vayamos al fin al tajo, a la crónica de semejante reto deportivo.

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