domingo, 22 de mayo de 2011

Ironcat - se acabó la gasolina... 2ª Parte.

Y ahora empieza la parte de la crónica en la que se justifica el título del 'post'.


Las sensaciones sobre la bicicleta desde la primera vuelta habían hecho saltar las alarmas. La relación entre esfuerzo invertido y rendimiento obtenido era mala de solemnidad. Al no ser un día ventoso, no había descanso y si dejabas de pedalear, te frenabas de golpe (como me pasó en las dos veces que alivié la presión abdominal, en la aplicación de la vaselina en entrepierna (...), y en la ingesta del bocata de jamón).

No era el primer triatlón de estas características en el que me empleaba bastante a fondo sobre la bicicleta. En otras ocasiones en las que mi preparación era más adecuada, podía llegar medio roto a boxes, y empezar a correr sorprendentemente bien.  En esta ocasión, todo era una incognita, pero la lógica hacía temer lo peor.

Tras retrasarme de Jordi tras mi última descarga mijitoria en los 5 kms finales, llegabamos a boxes, J.Vazque, J.Arias y un servidor en este orden. Acababa de desembarcar el grueso de suporters del equipo y el ambiente  al rededor del puerto deportivo era francamente motivador. Tras descabalgar de la cabra, el primer contacto con el duro asfalto me hizo maldecir un famoso neuroma, el de Morton... Tras meses sin acordarme demasiado de él, las casi 5 horas y media de presión sobre mi cuarto metatarso habían dado sus frutos... El dolor no era inaguantable, pero me invitaban a masajear un poco la planta de mi pie derecho. Y así lo hice.



Instante de aparición de las agradables consecuencias de un neuroma de Morton de caballo...

Aproveché que tenía que atarme los cordones de las zapatillas (no venía de ahí este año), me senté en el suelo y manipulé la zona plantar derecha para liberar algo de presión en la zona. Luego: gorra, gafas de carrera, un gel energético de emergéncia, un omeprazol (para proteger en lo posible el estómago), y la bolsita de crema solar factor 50 plus... Además, una aplicación de crema antiabrasiva para mi entrepierna. El lucir look triatletico años 80 tiene sus inconvenientes...

Más consecuencias de portar ese look 80's y de tener el brazo más rígido que la naríz de pinocho...

Si es que ya estoy viejo y hecho una calamidad;  parezco ya una princesita cada vez más, con lo rudo que yo era... La crema solar me la puse de cualquier manera. Llevaba tanto tiempo parado en boxes  que no quería perder más tiempo. Además, la zona de más sufrimiento por radiación solar, quedaban fuera del alcance de mi rígido brazo.  Y pensar que en Austria 2002 hice el mejor parcial en la transición 1, y uno de los mejores en la transición 2...

Las sensaciones en el primer quilómetro de un IM són definitivas. Si estas bien y vas algo eufórico, no tienes ninguna seguridad de poder aguantar así toda la carrera, más  bien al contrario, has de controlarte. Pero si ya sales rendido, las cosas están más claras. En una sola ocasión salí a correr así de mal, y fue en la meca del triatlón: Hawaii. Por aquel entonces, muchos factores se tradujeron en un vaciado físico integral que me pasó factura en la maratón.

Pues en la Ampolla, 9 años más tarde, recordaba sensaciones. La falta de potencia juvenil la supe compensar con experiencia y gran apoyo de compañeros de equipo. El formato de la carrera, genera hasta 12 pasos por un mismo lugar, multiplicando la ayuda que ello supone al corredor herido de muerte... En Kona (Hawaii), tan solo se hace una vuelta en la que el bucle corto, se acaba a los 10 kms, y desde allí, 32 kms de soledad, lava retorcida, asfalto radiando calor y deformando la visión... Un calvario para el corredor derrotado.

Poco a poco iba perdiendo fuelle en territorio deltaico respecto a mis compañeros de equipo. El consuelo era que mi función prioritaria era el apuntalamiento del mismo, y con un buen resultado suyo y aguantando el tipo por mi parte, el triunfo en liga catalana estaba al alcance. Desconocía la posición de Santasusana, el principal hombre de Reus, pero Robert Mayoral iba muy adelantado merced a su gran registro ciclista. El tercer hombre de su equipo no lo tenía controlado, pero había que aguantar como fuera. Vallirana tambien era una gran amenaza, con diversos hombres en nuestras posiciones, remontando quilómetro a quilómetro con su capitan en cabeza, un gran Toni Pallarés, fijo en cada salida en el puerto de la Ampolla. Con el mantengo siempre un bonito duelo gracias a su gran fortaleza física y mental que le hace correr francamente bien.

Hace tres años, luchando por el campeonato de Catalunya de ultradistancia allí mismo, me hizo apretar los dientes, los pelos y hasta las orejas, para no ser adelantado en el tramo final, obligandome a hacer casi casi un par de quilómetros al 'sprint' para asegurar la victoria. Esta vez, tengo que descubrirme la gorra y felicitarle por su incontestable victoria sobre mi humilde persona... Felicidades Toni!

Pues ahí iba yo retorciendome, intentando engañarme a mi mismo con el típico concepto de: ' ya queda menos', o el 'ahora pillo ritmo y se van a enterar...', y esas cosas que uno intenta pensar para hacer más llevadero el purgatorio triatlético. La realidad era que estando en la segunda vuelta, iba muerto literalmente y me quedaban todavía cuatro vueltas y media...  No quería parar a toda costa, pero a la vez sabía que en determinados casos, es mucho más rentable caminar rápido un rato que aguantar 'saltando' a 2 km por hora...

Por ello, en la quinta vuelta, decidí pecar y caminé tres de las cuatro subiditas que en la zona acercamiento a boxes habían. Ello me dió una pequeña inyección de aire fresco para afrontar la 'recta final' de aquella tortura.

Entre tanto, Jordi Arias seguía corriendo siempre un punto por encima mío, ampliando su ventaja hasta los 10 minutos en meta. Me mantenía el feudo del Ironcat invicto entre los pratenses (a excepción del gran Dani Fernandez Ledesma...), i em vas doblegar amb coratge... Felicitats Jordi! .

 



En mi otro duelo particular, un temible y fornido Jordi Vazquez se presentaba como una gran amenaza. Tras lanzarme un guante en señal de reto en la maratón de Barcelona, las apuestas estaban apretadas... Francamente pensaba que ya en la natación iría por delante mío, pero tras mi sorprendente rendimiento, pasé a esperar su adelantamiento en cualquier momento. Sé que su punto más debil a priori podría ser el ciclismo, pero pese a su carencia de tiradas largas, esas 20 horas semanales de spinning intenso, me tenían acojonado... Madre mía, no he llegado ni a las 20 horas semanales de entreno sumandolo todo... Pero hay que reconocer que pese a que en spinning se pedalee, no es lo mismo que acoplado sin parar durante horas en una bici. Una vez me superó en la quinta vuelta ciclista, tenía claro que mi única oportunidad pasaba por hacer una maratón como las buenas que ya he hecho en varias ocasiones, y que el sufriera un desfallecimiento.

Cuando empecé a correr, ví que no tenía NINGUNA posibilidad de adelantarlo, y más cuando veía que km a km, los dos Jordis se alejaban cada vez más.



Pero esta modalidad triatlética tiene muchas caras, muchos matices, mucha tela, y pese a hacer una maratón más que mediocre comparativamente con la mayoría de mis anteriores participaciones, el señor Vazquez sufrió un importante bajón a partir de la cuarta vuelta y poco a poco, pasito a pasito me fuí acercando hasta tenerlo a tiro y precisamente superarle a la altura de los suporters pota-blava... En otra situación me hubiese amoldado a su ritmo para trotar juntos, pero estaba sufriendo tanto, que solo pensaba en acabar y la posición por equipos estaba más que comprometida. Había que seguir dándolo todo pese a salvar los muebles particulares ante mi posición intermedia en el duelo inter-club...



La última vuelta en toda prueba de ultradistáncia suele inducir un subidón de adrenalina que se debe fabricar con el sudor y las lágrimas de tantas horas invertidas (porque no me puedo explicar de donde narices sale esa energía cuando no hay más), y el 'disfrute' experimentado en esos instantes, y tras cruzar la línia de meta, es el alimento para una nueva aventura IM. Como decía aquel anuncio de bebida isotónica... 'El ser humano es extraordinario...'

3 comentarios:

  1. Increíble crónica, desde luego de las más grandes!!!!!! yo me parece que tengo otro objetivo en mente, se que soy un suicida, pero trabajo así, debo corregir como sea esa maraton ironman, me parece que calella será el reencuentro.....:D!


    korje

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  2. ...como siempre: S.I.N. P.A.L.A.B.R.A.S. ;)
    Fran!

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  3. tranquil, l'any vinent tindràs una altra oportunitat de recuperat el regnat a l'Ironcat,
    com vas dir sobre la bici, ens fem grans!!!
    jordi

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