Montserrat

Hoy he redesdescubierto esta mítica montaña sagrada para todos los que nos sentimos catalanes. La conocía de sobra, pero hoy he visto su gran potencial. Desde los 14 años ya me aventuré en solitario desde el Prat en mi IronBike Orbea de entonces (comprada en el PRYCA, de más 14 kg y con solo 5 piñones), teniendo que parar hasta tres veces en la subida al monasterio. He ido también caminando desde el Prat toda una noche, he subido por el aereo, montones de veces he recorrido sus carreteras con todas las bicis que he tenido, he estado de 'colonias' con mi cole 'de monjas' en primaria, viviendo una de las nevadas más fuertes que se conocen, he recorrido sus senderos más cercanos al mismo monasterio, estuve escalando una vía con dos bomberos de Hospitalet en la cara de Collbató-Bruc, incluso he dormido a la intemperie en ella durante el transcurso de un fuego forestal en el que me lesioné un ojo y me mandaron para casa.


Pues bien, pese a tantas vivencias, ayer martes, de la mano de mi compañero de parque 'Luismi'(uno de los dos superhermanos Luis Perelló del equipo, concretamente Carlos), he gozado de la vía ferrata de las Teresinas, una preciosa ruta que te lleva hasta la mismísima cumbre de Sant Jeroni. Luego he descendido la senda que nos lleva al Monasterio y me ha encantado el bosque que todavía se conserva. Los escalones que llevan hasta la cumbre (más de 2000 según Carlos), han de ser un entreno estupendo para mis futuros retos verticales. Ya son utilizados en la mítica Cursa del Alba, en la que se recorren 24 kms subiendo y bajando Sant Jeroni.


Pero no todo ha sido alegría y felicidad. Hoy he decidido poner solución a mis dolencias en el pié. Sin estar entrenado, ya me dolía el pié caminando y sobretodo en el trote de descenso que he efectuado. Luego he regresado desde Olesa hasta mi casa en bici y el dolor estaba ya instaurado. Tengo que ponerle solución como sea antes de que la temporada quede perdida. Vamos a ver que soluciones encuentro...