'CAGADA PASTURET'

Con esta expresión tan explícita comento el estado físico y psíquico en el que me encuentro.

Queda un día y medio para que de comienzo la prueba deportiva más exigente de cuantas me he inscrito, y en estos momentos estoy completamente hundido.


Ya el martes, durante mi entrenamiento de kaiak por la costa brava me noté bastante débil y tomé frío en diversos momentos. Pensé que era fruto de la paliza del lunes en Valencia. El miércoles, mi hijo pequeño amaneció con fiebre y vómitos. Yo no estaba nada fino, pero me tocó cuidarlo y estar a su lado todo el día.

Esta noche pasada, me he pasado tiritando la mitad de la noche, y la otra chorreando sudor tras vestirme como si estuviésemos en enero. Ahora estoy escribiendo de milagro. Quería levantarme de la cama unos instantes. Me duele la cabeza y las cervicales como nunca y tampoco puedo dormir. Me he metido ya de todo en el cuerpo y voy de mal en peor.

Parece imposible poder ir a Tortosa este sábado a las 5 de la mañana, más que nada porque me enfrentaría a más de 24 horas de duro esfuerzo.

Estoy muy cabizbajo y enfadado con la mala fortuna. Hace muchos meses que no me ponía enfermo, y menos de esta gravedad, y esto no se cura en una noche. Según prescripción médica, ha de durar de 5 a 7 días al menos, lo que pilla el fin de semana en el ecuador del proceso. Encima la previsión meteorológica indica lluvias para el domingo en la zona.

Creo que es una locura seguir pensando en participar en el Llop, pero hasta el último momento, voy a hacer lo posible por curarme (que iluso... como si dependiera de mi...). Es una de las ventajas de tener hijos pequeños... te toca comerte en mucho peor grado todos los microbios que procesan ellos.

'Se la vi'