domingo, 20 de junio de 2010

Infierno en Balaguer

La cabezonería tiene su parte buena y su parte mala. En mi caso, sufro y disfruto de ambas consecuencias.

Hace una semana, el médico de urgencias de la Tecnon me dijo que debería estar 15 días de reposo tras el viaje que parecía estarme dando una infección vírica. Le hice caso en parte al descartar muy a pesar mío la Cursa del Llop. Pero no lo hice realmente por obediencia, no podía ni caminar... Ese mismo fin de semana, decidí 'maquillar' mi decepción por la no presencia en el Llop apuntandome al triatló de Balaguer, que sabía que era muy duro y no lo conocía. Dos alicientes para compensar.


Como ya conté en una entrada anterior, soy un triatleta de ciclismo mediocre-malo, sobretodo con perfiles abruptos como el de Balaguer, pero no esperaba el desastre que viví ayer. Además, confiaba en regular en bici y 'dejar' que me adelantasen los valientes que quisieran o pudieran para luego desplegar mi mejor nivel en carrera para recuperar al máximo, como he hecho en otras ocasiones.

Pero ayer no era un día normal. Había entrenado poco durante la semana para no castigar demasiado al cuerpo haciendo 'caso' a las prescripciones médicas. Aun así, las sensaciones durante la semana eran de debilidad evidente, pero confiaba en mi. Error. Ya no soy el que era, y mi recuperación es más lenta que antes. La falta de entreno serio desde el Ironcat, hacían el resto.

Empecé la prueba sorprendido de mi estado. No me había encontrado cómodo en el agua (muy fría por cierto), pero salía entre los 10 primeros. No era para tirar cohetes, pues algún triatleta que suele salir detrás mío en medi-larga distancia del agua iba delante, y otros supuestamente inferiores iban muy cerca, pero salí de boxes con la bicicleta el 7º.

Empecé con potencia en un tramo llano con viento desfavorable para probarme. No me encontraba nada mal. Me pasó Lucas y Xavi Bellón, pero no me dejaban. Incluso adelantaba a un triatleta del Ondarreta de Alcorcon. Todo cambió radicalmente cuando 'enfilamos' las primeras rampas.

Lucas y Xavi desaparecían en el horizonte, y un sin cesar de triatletas me iban cazando y dejando. No podía con las piernas. Menos mal que en mi última compra de ruedas, me puse un 27 atrás, sino no acabo. Pasé de top 10, a top 20, 30, 40... en ese momento me dio caza el histórico Amand Redondo, también muy castigado por el circuito. Fue el único que no me dejaba tirado. Decidimos ir en paralelo en aquellas rampas inacabables, 'amenizando' el sufrimiento con conversaciones diversas. El se entretenía contando los que le iban pasando y el puesto que tenía. Cuando nos acercábamos al 60, iniciamos un descenso en el que me acoplé bien y gané unos metros adelantando incluso a algunos triatletas. Duró poco el momento. Lo justo para volver a subir otra vez el puerto de Ager. Seguían pasandome triatletas. Cada vez menos por suerte.

A partir del km 60, estaba completamente vacío. Tres amagos de rampa integral (nunca la había experimentado), me bloqueaban la pierna derecha desde aductor hasta tobillo. Me asustaba incluso no poder superar las cuestas más duras que me quedaban todavía, así que regulé todavía más. La parte final era más bajada que otra cosa, aprovechando para soltar al máximo las piernas de cara al 'Mur de la Creu', un rampote final del 14% que no tenía todas conmigo con aquellas rampas en las piernas.

Había subestimado la carrera y sobretodo mi estado de salut y forma. No llevé más que un triste gel de emergencia y creo que ello no me ayudó a venirme abajo pese a mi capacidad de producir trabajo sin ingesta de alimento. Iba pillando todos los trozos de banana que podía, eso si.

Mur de la Creu... una de tantas cuestas superadas...

Me bajé a correr con la moral muy repercutida. Eran 3 vueltas de 7 km. La misma distancia por vuelta que en el Ironcat, pero la mitad de vueltas. Pensaba que podría correr bien sin grandes esfuerzos. Otro error. En la primera vuelta pretendía coger ritmo sin sufrir demasiado y ver la situación de carrera. Como iban los mejores del equipo, y como iban aquellos triatletas que me sirven de referencia para saber como voy.

NO engaño a nadie si confieso que muchos de esos triatletas que en este tipo de carreras van detrás mío en esos momentos, rodaban por delante... Creí poder ir a más vuelta a vuelta, pero por primera vez en mucho tiempo, fui a menos. Llegué incluso a caminar en dos ocasiones, cosa que jamás había hecho en esta distancia. Tan solo pude recortar y superar alguno de esos rivales de los que comento, pero los demás todavía me sacaron más distancia. Correr en 1'40'' los 21 kms es para mi muy pobre. Nunca entreno por encima de 4'30'', y me había salido 4'45'' de media. Además, las ganas de acabar, como nunca. Llegué y me tiré al suelo sin ganas ni fuerzas de nada más.

Lo único que me hizo reaccionar era el frío que tenía. Hacía mucho viento, nada de sol, y mis energías estaban por los suelos (nunca mejor dicho). Solo me quedó levantarme, felicitar a mis compañeros por su grandísima actuación (especialmente Xavi y Lucas), y comer algo para recuperarme.

Ciertamente una competición para olvidar, pese a que felicito públicamente a la organización por el montaje y medios desplegados, pese a que se ve claro que han buscado la dureza máxima en la bicicleta llevándonos en alguna ocasión por autenticas encerronas rurales... Nunca haría un gran papel en este triatlón, pero sin duda puedo mejorar el rendimiento que tuve ayer. 5 horas 36 minutos en un medio Ironman... es demasiado. Al menos, mi equipo había dado otro golpe encima de la mesa adjudicándose otra prueba del circuito catalán teniendo a la mayoría de cracks en el Ferrol.

1 comentario:

  1. Ánimo.
    Todos tenemos días buenos y malos, y es en los días malos cuando me acuerdo de mi hace unos años, cuando no podía ni con la décima parte de lo que compito-machaco-entreno ahora, es entonces cuando me enorgullece el resultado, sea cual sea.
    Felicidades porque seguro hubo un tiempo que te parecía imposible, de otro mundo, que alguien terminara un half en sub 6h tras un proceso viral que te ha dejado a medio gas.

    salud y km!

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