Entrenando y socializando

Estos dos últimos días han servido para realizar unos buenos entrenos (quizá excesivos...) y para hacer un poco de relaciones publicas con los bomberos de la zona.





Al fin me llegó la bici y pude desquitarme. Me apunte in extremis a una nueva prueba, quizá la más dura que conozco, el ''kilómetro vertical'. No soy bueno en ello, pero intentaremos hacer un equipo competitivo alrededor de Carlos Luis, que sí es especialista.

Es realmente durísimo muscularmente hablando. Se sube casi un kilómetro de desnivel en menos de tres desplazamiento horizontal... Una matada. Fui en bici al pie de la subida (en una estación de esquí que esta a unos 15 km del centro de Vancouver...), y lo subí hasta arriba a ritmo 'alegre', llegando absolutamente petado. 38 minutos para hacer menos de 3 km... eso sale a casi 13 minutos el km.... nunca fui tan lento. Además me casqué 70 km urbanos por Vancouver (es una ciudad muy extensa) y con buenos desniveles, así que caí redondo a la cama.

Hoy ha tocado nadar en una piscina olímpica descubierta de por aquí unos 2000 metrillos y he hecho algo de bici. Luego por la tarde hemos visitado el parque de bomberos más cercano al Hostel, donde hemos conocido a Alberto, un leonés, único español del cuerpo de bomberos de Vancouver que ha sido muy amable y nos ha regalado de todo, hasta unas camisas del servicio. También hemos aprovechado para practicar con el material del servicio de Canadá para las dos pruebas específicas de bomberos que me quedan todavía.

La comida está siendo algo complicada. Nada como comer en casa. Hoy ha tocado comida mexicana. Un burrito completito, y ahora estamos cocinando en el hostel unos macarrones full equip. Está la cocina a reventar y no se trabaja nada bien, pero sale más barato que volver a consumir algo por la calle.

Hay que irse a dormir prontito que mañana será un día ultra largo. Primero toca la travesía de aguas abiertas, con dos millas (3.2 km), de ahí me tengo que pegar una pequeña carrera ciclista para llegar a tiempo al kilómetro vertical que esta a unos 18 km de la travesía y salvando unos 300 metros de desnivel... Y justo al llegar, la paliza que os he explicado antes. Quizá excesivo, pero, ¡ que narices!, a eso hemos venido, ¡a destrozarnos el cuerpo!.

Lo malo es que en dos días estoy haciendo el animal con unas pruebas muy exigentes de bomberos y al día siguiente, triatlón olímpico sin drafting...

Que Dios me coja confesado!


Mi amigo Alberto. Leonés y bombero en Vancouver